Rajoy niega que el rescate a España sea inminente
Los representantes de las CC AA llegan a un acuerdo en la Conferencia de Presidentes sin abordar un nuevo reparto del déficit
MADRIDActualizado:Una vez más, Mariano Rajoy ha negado que vaya a solicitar formalmente un rescate inminente. Ya se lo dijo ayer a sus 'barones' y hoy lo ha vuelto a aclarar a las preguntas de los periodistas. Si bien la frase no ha dejado indiferente a nadie, ya que se ha permitido bromear: "Como presidente, no puedo contestar a las filtraciones que salen cada día, algunas de ellas incluso contradictorias. Sobre si vamos a pedir el segundo rescate este fin de semana, caben dos posibilidades, que tengan razón y tengan más información que yo, que es posible, o que no". Si sirve de algo lo que yo diga, le diré que no, aunque cada uno puede opinar lo que estime oportuno y conveniente porque a lo mejor acierta".
Más allá de las dudas sobre el rescate, Rajoy se ha salido finalmente con la suya y ha conseguido mandar el mensaje de unidad y solidaridad autonómica a Europa que pretendía, después del acuerdo unánime alcanzado en la V Conferencia de Presidentes y que ha permitido aprobar un texto común en el que los dirigentes autonómicos manifiestan su compromiso con los objetivos de déficit, acuerdan revisar el reparto de éstos entre las administraciones para el año que viene y definen como prioritario y esencial de todas las administraciones públicas el volver a la senda de crecimiento y creación de empleo como garantía del Estado del Bienestar.
"Este acuerdo unánime y el cumplimiento del objetivo de déficit, es bueno para el país, permite cumplir nuestro compromiso con Europa y envía señales positivas a los mercados". Así lo ha anunciado el presidente del Gobierno en la rueda de prensa posterior al encuentro que se ha celebrado en el Senado. El jefe del Ejecutivo ha destacado en varias ocasiones el "buen ambiente, sin reproches ni malos modos", la disposición de todos para "acercar posiciones" y ha considerado que la reunión ha sido "muy importante porque se ha hablado de temas importantes, de las personas y de la mejor manera de resolver los problemas de los españoles". "En lo esencial, todos nos hemos puesto de acuerdo", ha remarcado.
Pese al pacto, las voces discordantes, han dejado claro, como ya habían adelantado en los días anteriores, que si ha habido una flexibilización por parte de Bruselas de ese objetivo de déficit para España, que se ha fijado en el 6,3% para 2012, debería haberlo también para las comunidades y no mantenerlo en el 1,5% del PIB para este ejercicio. El Gobierno, que ha escuchado estos fundamentos, ha precisado que el foro para debatir en torno a este asunto es el Consejo de Política Fiscal y Financiera.
Según el presidente, este pacto final no refuerza el estado autonómico, sino que refuerza "el sentido común". "La comunidades han desarrollado una labor muy importante, forman parte de un modelo vigente y son decisivas para que España salga de la crisis. No son el problema, sino parte de la solución", ha destacado. Y es que, pese a las esperadas exigencias soberanistas de Artur Mas, Rajoy ha desvelado que no ha habido críticas al estado autonómico porque "hemos venido a hablar de economía". De hecho, el presidente catalán, que ha abandonado la Cámara Alta sin hacer declaraciones a los periodistas y les ha remitido a la conferencia de prensa de mañana en Barcelona, ha dejado para otra ocasión sus reivindicaciones y ha pedido "más justicia" en el reparto de esfuerzos.
Cinco puntos básicos
En el documento 'Propuesta de declaración sobre la situación económica en España y el futuro de la Unión Europea', que Rajoy ha detallado, se destacan cinco puntos básicos, vitales para los presidentes autonómicos y el Gobierno español. El primero es el compromiso con la consolidación fiscal y, por tanto, con la reducción del déficit público para cumplir con las obligaciones y compromisos con la Unión Europea. Además, se debe apostar por una economía más competitiva. Rajoy ha mencionado las críticas por sus políticas de austeridad pero ha declarado que eran necesarias, eso sí, combinadas con el imprescindible fomento de las medidas de creación de empleo. La Conferencia de Presidentes también apoya las reformas estructurales en Europa, en el marco del "Pacto por el crecimiento y el empleo" del Consejo Europeo de 28 y 29 de junio.
Finalmente, el jefe del Ejecutivo ha hecho una defensa de la presencia de España en Europa y ha apostado por "más Europa". "Nos sentimos cómodos y el euro ha sido bueno para el país", ha señalado, sin embargo, ha reconocido que la crisis ha puesto de manifiesto las deficiencias de la arquitectura institucional de la Zona Euro, por lo que ve necesario "avanzar en la unión fiscal y bancaria y en la integración económica y política".
Revisión de los criterios del reparto del déficit a 2014
Rajoy, que considera que la crisis es un problema "coyuntural, no estructural" ha adelantado, además, que el próximo año se revisarán los criterios de reparto del déficit para 2014. El Consejo de Política Fiscal y Financiera establecerá un procedimiento de cara al año próximo para determinar los criterios de reparto entre las Administraciones Públicas de los objetivos de déficit derivados de la senda de consolidación fiscal fijada en el seno de la UE. Rajoy ha precisado que no era bueno que de cara a los mercados entrara en vigor en 2013, por lo que se retrasa a 2014.
Pese a las descorazonadoras cifras del paro que se han conocido hoy, con un nuevo incremento en septiembre de 79.645 desempleados, el líder popular ha mostrado su versión optimista y ha apostado por la reforma laboral, aunque ha advertido de que "es evidente" que ésta producirá "todos sus efectos" en cuanto la actividad económica "empiece a hacerse patente". Asimismo, ha recalcado que "la reforma laboral no es el único instrumento para crear empleo y de forma inmediata", pero sí un instrumento "muy importante" para generar puestos de trabajo en el futuro.
El Rey ha abierto el encuentro
La Conferencia de Presidentes ha comenzado esta mañana tras la foto de familia, presidida por el Rey y el Príncipe, acompañados en primera fila por el presidente del Gobierno, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro de Economía, Cristóbal Montoro. Artur Mas, uno de los protagonistas del encuentro por sus reivindicaciones soberanistas y económicas, se ha colocado a la izquierda de Montoro. El más madrugador en acudir a la cita ha sido Alberto Fabra. El valenciano ha sido recibido por el presidente de la Cámara Alta, Pío García Escudero, a las 7.50 horas, mientras que ha sido Mas el último en llegar, minutos antes de que lo hicieran Montoro, Rajoy y el Rey.
El encuentro ha dado comienzo tras el desayuno informal celebrado en la Biblioteca del Senado, al que han asistido el Rey y el Príncipe, y todos los que participan en la conferencia. Después de posar ante los medios, Don Juan Carlos y Don Felipe han hablado durante unos minutos con algunos presidentes en la Plaza de la Marina Española y han aprovechado para preguntar a los representantes de Murcia, Valencia y Andalucía por los cuantiosos daños de la gota fría. Tras la marcha del monarca y el heredero (juntos en el mismo coche), se ha iniciado la reunión a puerta cerrada.
Antes, los reporteros gráficos han tenido unos minutos para retratar a los presidentes en la sala. Si en los instantes previos todos intentaban disimular con medias sonrisas y algún rostro serio las tensiones previas, ya en la sala, frente al documento base con la propuesta del Ejecutivo, más de una cara ha tornado directamente hacia un gesto de desaprobación y desagrado. Los asistentes han empezado a ojear el texto y, en apenas unos instantes, ya se ha podido adivinar que la cita no iba a ser plácida para Rajoy. El presidente catalán, uno de los más expresivos, no ha esperado siquiera a que las cámara salieran para mostrar su descontento a Sáenz de Santamaría, sentada a su derecha.
En el anecdotario de este encuentro figura la decisión de José Antonio Monago de llevar a la cita el ejemplar de la Constitución sobre el que juran los presidentes extremeños porque quería que se visualizara su adhesión a la defensa de la Carta Magna y a la unidad de España. Mariano Rajoy, con el lehendakari, Patxi López, a su lado ha presidido por vez primera este encuentro, que no se celebraba desde diciembre de 2009, en el que se han abordando los grandes problemas que acucian al país. El líder del Ejecutivo confiaba en, al menos, obtener un acuerdo de mínimos pese a las quejas con las que llegaban algunos presidentes del PP, las exigencias desde Cataluña y el aviso de los socialistas de que no dejarían que se rebasaran las líneas rojas marcadas en política social, sanitaria y de educación. Al final, ha logrado su objetivo.