Se mantienen los 8.700 y la prima de riesgo supera los 300
La jornada ha comenzado por pérdidas tras las nuevas advertencias de Standard & Poor's a las economías de la eurozona
MADRIDActualizado:La agencia de calificación crediticia Standard & Poor's enfrió los ánimos de los inversores, al poner bajo vigilancia la deuda de quince miembros de la zona euro, incluyendo a la media docena de países que disfrutan de la matrícula de honor, de la preciada AAA, entre ellos, Alemania y Francia. Por eso, los índices del Viejo Continente comenzaron la sesión con ligeros y nada alarmantes descensos. Entre ellos, uno de los mejores era el Ibex-35, que no perdió el nivel de los 8.600 puntos en ningún momento. Al cierre, el índice daba un último cambio en los 8.712,80 puntos, lo que supone un mínimo avance del 0,08%, tras haberse debatido entre los números rojos y los verdes, en una sesión festiva como ayer. Aunque eso, sí, la horquilla de oscilación del selectivo español hoy fue bastante estrecha: marcó los mínimos de la jornada en los 8.633 puntos nada más comenzada y los máximos sólo media hora después en los 8.746 puntos.
Peor comportamiento firmaron otros indicadores. El PSI-20 de Lisboa fue el peor de todos, con un recorte del 1,31%, mientras que las pérdidas del Dax alemán fueron de un 1,27%. El Ftse Mib de Milán, por su parte, cayó un 0,5% y el Cac 40, un 0,68%. Además del selectivo español, entre los grandes europeos sólo se salvó el Ftse 100 británico, que terminó la jornada en tablas. No hay que olvidar que el Reino Unido aún no tiene amenazada su máxima calificación crediticia.
Como vemos, nada trágico sucedió en los mercados de renta variable. Quizá porque los inversores interpretan que la presión con que los líderes europeos acudirán a la reunión de finales de semana les ayudará a tomar decisiones de calado cuanto antes. Precisamente en ese sentido se manifestó el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schauble.
Prima de riesgo
En el mercado secundario de deuda, las primas de riesgo de España y de Italia seguían relajándose por la mañana, hasta los 288 y los 355 puntos básicos respectivamente, apoyados por el tímido repunte de la rentabilidad de los bonos alemanes, pero sobre todo porque los intereses de las deudas de esos dos países periféricos seguían relajándose. Pero la advertencia de S&P sobre las deudas de los países alcanzó al fondo de estabilidad financiera de la Unión Europea. La agencia de calificación afirmó a primera hora de la tarde de ayer que también podría rebajar su Triple-A en caso de que cualquiera de los Estados que ahora tienen esa máxima calificación la pierda. Y ello tuvo un impacto inmediato en los mercados.
Con esa noticia, la prima de riesgo de España volvió a superar de nuevo los 300 puntos básicos, mientras que la de Italia alcanzaba los 370 puntos. El interés del bono español a diez años se situaba en el 5,21%, frente al 5,12% en que había cerrado el día anterior; el del bono italiano, en el 5,86%, unas centésimas por debajo del 5,95% en que terminaba el lunes; y el del alemán, en el 2,18%, frente al 2,20% de la jornada anterior. El primero, por encima del nivel de cierre del lunes.
El segundo y el tercero, por debajo. Italia parece seguir sacándole partido al plan de austeridad presentado el domingo por el primer ministro, Mario Monti, mientras que, respecto a Alemania, parece que da igual lo que diga S&P: sigue siendo un refugio para los inversores.
En el mercado de divisas, el euro se mantenía estable por debajo de 1,34 dólares, nivel que perdía en la noche de la sesión anterior cuando surgieron los primeros rumores sobre la amenaza de S&P sobre las deudas europeas. Aunque parecía querer recuperar esa cota una vez cerrados los parqués del Viejo Continente.
En la agenda macroeconómica de la sesión, contábamos con la publicación del dato del PIB de la zona euro correspondiente al tercer trimestre del año. Y cumplió expectativas, al avanzar un 0,2% trimestral y un 1,4% interanual. Quizá la mejor noticia de la agenda económica fue la publicación de la cifra de pedidos de fábrica de Alemania, que sorprendió muy gratamente a los inversores. Aunque Deutsche Bank advirtió que el riesgo de recesión se cierne sobre toda Europa, Alemania incluida.
En Estados Unidos no había referencias de relevancia. Wall Street comenzó al ritmo que marcaban los parqués de este lado del Atlántico: como no había demasiado pesimismo, se inclinó por una apertura en verde, aunque sólo el Dow Jones, dado que el Nasdaq comenzaba la jornada en rojo.
Valores
En el selectivo español, el sector financiero capitaneó los ascensos. CaixaBank fue el valor más rentable, con una revalorización del 1,67%, seguido del Sabadell, que avanzó un 1,61%, mientras que BBVA se apuntó un 1,22%. Entre los mejores, también Popular y Mapfre, que ganaron un 1,02% cada uno, mientras que el Santaner se apuntó un 0,73%. Bankinter fue capaz de cerrar la sesión al alza: avanzó un 0,32%. Entre los grandes valores, además de los bancos, Repsol YPF, con una revalorización del 0,28%. en cambio, Telefónica perdió un 0,18% e Iberdrola, un 0,78%.
En el otro lado de la tabla, los mayores castigos fueron para ArceloMittal, que retrocedió un 2,89%, IAG, que perdió un 2,82%, y Mediaset, que también retrocedió más de dos puntos porcentuales. A continuación, Gamesa, cuyo descenso se acercó al 2%, mientras que Gas Natural y Bankia retrocedieron más de un punto porcentual.
Fuera del selectivo, Banco de Valencia fue el valor que más ganó, con un fuerte avance del 27,40%, seguido, aunque muy de lejos, por Deoleo, que subió un 7,61%, y de Tavex, que avanzó más de seis puntos porcentuales. En el otro lado de la tabla, Baviera, que perdió más de un 5%, Renta Corporación, que se dejó un 4,50%, y Biosearch, con un retroceso del 3,85%.
En el Eurostoxx 50, destacaron los grandes bancos españoles. RWE fue el peor del índice paneuropeo, con un retroceso de más del 7%, después de anunciar una ampliación de capital. La otra gran eléctrica alemana, E.On, retrocedió más de un 3%. Y entre los que más cayeron también Volkswagen o Deutsche Bank.
En el mercado de materias primas, relativa estabilidad: el barril de Brent, de referencia en Europa, se mantenía cerca de los 110 dólares, mientras que el barril de West Texas se cambiaba en Nueva York por alrededor de 100 dólares. El oro cotizaba a la baja: tras haber conquistado en las sesiones anteriores el nivel de 1.750 dólares por onza, llegaba al término de la jornada europea poniendo en riesgo los 1.700.