El momento histórico de Napolitano
El presidente, de 86 años, se ha mostrado como un hábil estratega pese a los escasos poderes que le otorga la Constitución
CORRESPONSAL EN ROMA Actualizado: GuardarLa semana de infarto que ha vivido Italia y su crisis política ante el riesgo de quiebra han encontrado una salida inteligente y con rapidez gracias al presidente de la República, Giorgio Napolitano, que se ha visto lanzado al protagonismo decisivo de un momento histórico. Y en esta complicada tarea se ha revelado un hábil y sabio estratega. De este modo ha sido descubierto fuera de Italia, donde es prácticamente desconocido. Lo cierto es que el jefe de Estado, un cargo renovado cada siete años, ocupa un lugar de segundo plano, garante de la Constitución, árbitro de las transiciones y sancionador de leyes, y el propio perfil personal de Napolitano es eminentemente gris. Pero le ha tocado gestionar una crisis que tiene mucho de los tradicionales embrollos de la política italiana del pasado, que a sus 86 años conoce de maravilla. Porque además pertenece a una escuela política y táctica de primer orden: le corresponde el honor de ser el primer presidente de la República procedente del Partido Comunista. En este sentido, desde la izquierda ha sido un orgullo reivindicar el sentido de Estado de esa línea ideológica, que funda la República italiana en clave antifascista junto a la Democracia Cristiana.
En estos días ha conectado con el pueblo de forma muy directa y de hecho la fiesta callejera de la dimisión de Berlusconi se concentró en la plaza del Quirinale, ante su palacio. Se oyeron coros de "Giorgio, uno de nosotros", un clásico de los estadios, y "Menos mal que tenemos a Giorgio", el himno del partido de Berlusconi, pero sustituyendo el nombre de Silvio con el suyo. Pero ayer se llegó a un extremo inédito porque una empresa de gastronomía compró una página de publicidad de dos importantes diarios para darle las gracias por su trabajo. Era una hoja en blanco con la bandera de Italia y un par de frases en mayúsculas: "Este es el fin de semana más importante para Italia de los últimos 60 años. Querido presidente Napolitano, le queremos dar las gracias por todo lo que está haciendo por nuestro país", y le deseaba suerte en su tarea.
Napolitano, elegido en 2006, es el tercer presidente que debe lidiar con Berlusconi como primer ministro, tras Oscar Luigi Scalfaro, en 1994, y Carlo Azeglio Ciampi entre 2001 y 2006. Es una tarea delicada, pues el jefe de Estado es el único poder por encima del primer ministro y todos han acabado mal con el 'Cavaliere', pues de un modo u otro han logrado frenar algunas de sus tropelías. Los tres han recibido fuertes presiones de la oposición para que intervenga, como último recurso, en algunos episodios polémicos.
Por eso Berlusconi siempre anda quejándose de que en realidad no tiene ningún poder y durante mucho tiempo ha ambicionado llegar a ser presidente de la República. Últimamente parece haber abandonado la idea, pero también los últimos escándalos y el caso 'Ruby' le han cerrado prácticamente la puerta.