Cánticos y lágrimas para recibir a los presos palestinos
Cerca de 400 reos han sido liberados ya en la primera fase del canje pactado por Isreal y Hamás
RAMALA Actualizado: GuardarAl menos ocho autobuses con 293 presos palestinos a bordo han entrado en la franja de Gaza a través del paso fronterizo con Egipto de Rafah, después de que Israel los entregase al Comité Internacional de la Cruz Roja y a las autoridades egipcias. Los presos bajaron del autobús tras cruzar el paso fronterizo y fueron recibidos por el primer ministro del Gobierno de Hamás en Gaza, Ismail Haniye, además de otros líderes del movimiento islamista y más de un centenar de familiares y amigos.
Entre cánticos, gritos de alegría y llantos los familiares se abrazaron a los presos, muchos de ellos con más de 20 años en prisión a sus espaldas. Los congregados para recibir a los reclusos excarcelados junto al paso fronterizo ondeaban banderas verdes de Hamás pero también del resto de facciones palestinas.
Los autobuses llevaban esperando cerca de una hora en el lado egipcio de la terminal de Rafah, después de que el canje de presos se retrasase por la negativa de dos presas palestinas a ser trasladas a la franja de Gaza. Una de las presas aceptó finalmente entrar en Gaza mientras que la otra permanecerá en Egipto, según los medios israelíes. Los autobuses no accedieron a la franja de Gaza hasta momentos después de que se confirmase que el soldado Guilad Shalit se encontraba ya en manos del Ejército israelí.
En Ramala, un total de 95 prisioneros palestinos excarcelados han llegado a este mediodía a la ciudad cisjordana, donde se les ha dado una bienvenida por todo lo alto en la Mukata, la sede de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). En este complejo serán recibidos por el presidente palestino, Mahmud Abás, y uno de los dirigentes del movimiento islamista Hamás, Ahmed Yusuf, además de familiares y miles de personas que esperan desde primera hora del día su liberación.
Centenares de familiares y amigos se concentraron por la mañana en Betunia, uno de los accesos a Ramala próximo a las inmediaciones del campo de detención militar israelí de Ofer, adonde fueron trasladados los prisioneros, con la esperanza de poder abrazar a sus seres queridos. Sin embargo, en cuanto conocieron por el Ejército israelí que la liberación no se produciría allí, comenzaron a arrojar piedras contra militares israelíes, que repelieron la protesta lanzando gases lacrimógenos, suceso en el que hasta el momento no se ha informado de heridos.