Los diputados del BNG, ERC, ICV y NaBai han abandonado el hemiciclo cuando se iba a votar la reforma constitucional. / Efe
modificación de la carta magna

El Congreso aprueba la reforma con el rechazo nacionalista

CiU, PNV e IU se negaron a votar; Esquerra, BNG, Iniciativa per Catalunya y Nafarroa Bai se ausentaron del hemiciclo y Coalición Canaria, UPyD y dos diputados socialistas rechazaron el cambio constitucional

MADRID Actualizado: Guardar
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El Congreso ha aprobado con 316 votos a favor y cinco en contra la reforma de la Constitución para establecer como principio fundamental el equilibrio presupuestario mediante la limitación del déficit público de todas las administraciones. Es el cambio de mayor calado en la ley fundamental en los 33 años de existencia de la misma.

El visto bueno, sin embargo, solo ha contado con el respaldo de PSOE y PP, los proponentes de la modificación y cuyos diputados representan casi el 90% de la cámara, con el único apoyo de los dos parlamentarios de Unión del Pueblo Navarro. Los grupos minoritarios nacionalistas y de izquierda, Esquerra Republicana, Iniciativa per Catalunya, BNG y NafarroaBai, se han ausentado de la votación junto a dos diputados de la corriente interna del PSOE Izquierda Socialista. CiU, PNV e IU no han votado, y los rechazos han procedido de los dos representantes de Coalición Canaria, de la diputada de UPyD, y dos socialistas, uno de ellos Antonio Gutiérrez.

PSOE y PP habían alcanzado un acuerdo a última hora mediante dos enmiendas transaccionales con CiU para que se abstuviese, pero el veto del portavoz de IU, Gaspar Llamazares, ha impedido que se votasen los textos pactados. En consecuencia, los nacionalistas catalanes se han negado a pulsar el botón, como tampoco han hecho los nacionalistas vascos y el propio Llamazares.

Chaparrón de críticas

El debate, por lo demás, ha sido casi un calco del mantenido el martes durante la toma en consideración de la proposición de ley que modifica el texto constitucional. Los portavoces de PSOE y PP, José Antonio Alonso y Soraya Sáenz de Santamaría, además de defender la, a su juicio, bondad de la iniciativa han justificado su rechazo a la gran mayoría de las enmiendas con el argumento común de que no es posible dejar en manos de cada comunidad el tope de los números rojos de las autonomías. Tiene que ser un todo para que sea efectivo ante los mercados, han defendido ambos. “Si se deja al arbitrio” de los parlamentos territoriales habrá “17 déficit que difícilmente cuadra”, ha dicho la portavoz popular. “Si cada comunidad limita su déficit, la reforma perdería toda su fuerza”, ha complementado su homólogo socialista.

Pero antes los dos partidos mayoritarios han tenido que soportar un auténtico chaparrón de críticas y descalificaciones tanto por el fondo de la reforma como la forma de tramitarla. El habitualmente moderado portavoz adjunto de CiU, Josep Sánchez Llibre, ha acusado a PSOE y PP de tratar de convertir la Constitución en su “finca particular” mediante la exclusión del resto de grupos parlamentarios. Ha asegurado además que socialistas y populares “han dinamitado” el consenso con que se aprobó la ley fundamental en 1978.

El representante del PNV, Josu Erkoreka, ha arremetido contra la decisión de la Mesa de rechazar su enmienda sobre el derecho de autodeterminación con argumentos “peregrinos” que demuestran que el Congreso de España tiene temas “tabú” sobre los que no es posible debatir. Ha argumentado que el derecho de autodeterminación no es un asunto referido en exclusiva a los procesos descolonización, como han argumentado en reiteradas ocasiones los distintos gobiernos, sino que en los últimos años se ha ejercido en distintos países y el resultado es que han dibujado un nuevo mapa de Europa.

El resto de portavoces ha elevado, si cabe, más el tono de sus críticas. El portavoz de Esquerra Republicana, Joan Ridao, ha hablado de “método antidemocrático” de tramitar una reforma “antisocial e ideológica” y ha reprochado a los dos partidos mayoritarios que “enarbolen el mismo estandarte neoliberal”. La representante de IU-Iniciativa per Cataluña, Nuria Buenaventura, ha sostenido que la reforma es “inconstitucional” porque se ha sustituido “la soberanía del pueblo por la soberanía de los mercados”.

La portavoz de UPyD, Rosa Díez, también ha acusado a populares y socialistas de haber “expropiado” la Carta Magna; el nacionalista gallego Francisco Jorquera ha denunciado que la propuesta es, en el fondo, una “contrarreforma” constitucional; y la portavoz de NafaroaBai, Uxue Barkos, ha lamentado que “el único acuerdo” de PSOE y PP en los últimos años haya sido para plantear “un reforma de exclusión” del resto de los grupos.