Merkel y Sarkozy quieren un «verdadero gobierno económico»
Promueven que el control de la deuda y el déficit se incorporen a los preceptos constitucionales de los países socios del euro
MADRID Actualizado: GuardarEl eje franco-alemán está dispuesto a liderar la "firme defensa" de la zona euro. Con este objetivo, la canciller germana, Angela Merkel, y el presidente galo, Nicolás Sarkozy, acordaron en un encuentro celebrado en el Elíseo tres propuestas de calado para combatir la especulación y recuperar el crecimiento. Van a promover la creación de un "verdadero gobierno económico" de la zona.
También exigirán, antes del verano de 2012, el compromiso constitucional de cada uno de los Estados miembros con la estabilidad presupuestaria, y, finalmente, instan el establecimiento en la región, a partir del próximo septiembre, de una tasa sobre las transacciones financieras.
En el ámbito bilateral, los dos socios están dispuestos a ir un poco más allá, y preparan la armonización de los impuestos que gravan a las empresas en sus respectivos territorios. Pero la solidaridad de Francia y Alemania con los países más vulnerables con los que comparten moneda se acaba allí donde termina su capacidad de sacrificio. Sarkozy elogió en su nombre, y en el de su colega, los avances en los ajustes puestos en marcha por los gobiernos de Italia y España. "Nuestros amigos de estos dos países -reconoció el presidente francés- están haciendo esfuerzos muy importantes" en materia de ajuste presupuestario y disciplina del gasto.
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, que se reunió en la tarde del martes en La Moncloa con la vicepresidenta económica, Elena Salgado, y con el ministro de Fomento y Portavoz, José Blanco, agradeció esa referencia. También consideró positivos los principales mensajes transmitidos por sus colegas europeos, por considerar que suponen un "avance importante" en el establecimiento de un gobierno económico de la zona euro.
Pero Sarkozy y Merkel rechazaron de plano la emisión de eurobonos, defendidos en varias ocasiones por el Jefe del Ejecutivo español, así como por otros destacados dirigentes europeos. "Vivimos en democracia y cada cual puede expresar su opinión", reconoció Merkel, para añadir que un instrumento de este tipo "podría constituir el último recurso, pero nunca la varita arreglatodo a aplicar en este momento". El presidente francés marcó los tiempos: no sería realista que, sin disponer de la gestión de las políticas de gasto, ni del control de los desembolsos, garantizáramos ante todo el mundo la deuda de todo 'quisqui', expresó, en términos todavía más coloquiales.
También dista de estar madura la decisión sobre una eventual ampliación del Fondo que financia los rescates de países en dificultades, a la que se opone Alemania en este momento."Estamos hablando de medio billón de euros, que es una cifra enorme y que no se ha consumido en absoluto", puntualizó en presidente francés. Se propone duplicarlo, ironizó, como podría plantearse triplicarlo o cuadruplicarlo. "Haremos lo que sea necesario para defender el euro, y con este fin no excluimos nada, ni renunciamos a nada", zanjó.
Gobierno econócimo
Merkel y Sarkozy ya han enviado al presidente del Consejo Europeo Van Rompuy, una carta en la que proponen la constitución del gobierno económico de la zona euro, integrado por el consejo de jefes de Estado y de Gobierno de los países de esta área, que se reunirá dos veces al año al menos, o con mayor frecuencia si fuera necesario, convocado por un presidente permanente cuyo mandato se extenderá durante dos años y medio. Los dirigentes sugieren que Van Rompuy se haga cargo del puesto inicialmente.
El compromiso por ley de los países con la estabilidad presupuestaria y la fijación de un techo de deuda es la otra gran pieza de la estrategia en defensa del euro. Sarkozy la denominó 'la regla de oro' y persigue, según explicaron ambos líderes políticos, que gobiernos de cualquier signo no puedan desviarse del objetivo de conseguir el déficit presupuestario y tengan que reducir el endeudamiento.
"Es una norma ambiciosa -reconocieron-, pero que va a contribuir "de forma decisiva" a la recuperación de la confianza en la zona euro. Y es que se trata de avanzar en un terreno en el que Bruselas "no tiene competencias". De ahí la importancia de vincular la estabilidad presupuestaria al derecho nacional en cada caso. La penalización consistirá en ser enjuiciados por el incumplimiento de los compromisos adquiridos.
Frente a los analistas que habían expresado una visión catastrofista del futuro del área de la moneda única, Merkel se esforzó por ratificar los mensajes de reafirmación. Pero añadió, en cada uno de ellos, la exigencia de que la solidaridad obtenga contrapartidas. Como Italia, a la que elogió, otros países deben ir desarrollando el trabajo "laborioso y tedioso" de ir desmontando sus deudas con el propio esfuerzo.
Los propósitos bilaterales también van a requerir esfuerzos. "No será fácil la convergencia en el impuesto de sociedades, no me hago ilusiones", admitió la canciller, para añadir que los ministros de Francis y Alemania se pondrán "manos a la obra" para lograr este objetivo en 2013. El mensaje final de los dos líderes fue, no obstante, un llamamiento al resto de los socios de la zona euro. "Nuestra geografía (la de Alemania y Francia) aglutina rasgos del norte y del sur, de manera que es un reflejo del sentir de todos", concluyó Angela Merkel su comparecencia ante los medios informativos.