El farol del BCE reduce la tensión
El selectivo español retrocede hasta los 9.603 puntos en una jornada de gran volatilidad
MADRIDActualizado:La reunión del Eurogrupo del lunes pareció no servir para nada. Los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro sólo consiguieron llegar a un acuerdo de mínimos sobre el próximo rescate de Grecia tras una reunión de ocho horas. Prevén un segundo rescate más flexible, pero aún no se ha concretado ni se hará hasta septiembre. Y no se habló de Italia. Por ello, por la decepción que sufrieron los mercados o, mejor, por la debilidad que percibieron en los políticos de la Unión Europea, volvían a atacar a los activos denominados en euros. Así, el euro bajaba hasta 1,38 dólares desde las xx unidades del lunes, sesión en la que también había caído con fuerza, sobre todo frente a las monedas más seguras.
El golpe más severo lo sufrían las deudas: la prima de riesgo de la deuda española rondaba el 3,75% a las diez de la mañana, mientras que la prima de riesgo de la deuda italiana se situaba en el 3,45%, con los tipos de interés del bono a diez años en el 6,26% y casi en el 6%, respectivamente. La tensión en la deuda de estos dos grandes países de la zona euro era máxima y así cotizaba en las Bolsas. El Ftse Mib de Milán caía un 4,5% en el entorno de las 10 de mañana; el Ibex-35 caía por debajo de los 10.300 puntos, el Dax alemán, ponía en peligro los 7.000 puntos. Pero algunos índices, como el Cac 40 francés fueron incapaces de dar cambios entre las diez de la mañana y las dos de la tarde. Por cuestiones técnicas, argumentaron.
A partir de las diez de la mañana comenzó una recuperación en 'V' muy extraña. Se observó en los índices que seguían operando. Y en las deudas también. Empecemos por las segundas porque en ellas estuvo la clave. El interés del bono español, que había tocado máximos algo pasadas las diez de la mañana cerca del 6,30% comenzó una carrera descendente hasta terminar la sesión poco por encima del 5,80%, con lo que la prima de riesgo terminó la jornada situada en el 3,14%. La rentabilidad del bono italiano, que había rozado el 6%, fue corrigiendo poco a poco hasta situarse levemente por debajo del 5,60%, con lo que el diferencial con el bono alemán cerró la jornada en el 2,85%. En la ecuación también hay que introducir la evolución de la rentabilidad del 'bund': como consecuencia de la máxima aversión al riesgo, el dinero fluyó hacia el bono alemán, cuya rentabilidad cayó hasta el 2,50%. Pero, conforme transcurría la sesión, al contrario de lo que sucedía con los bonos más arriesgados, su interés fue aumentando hasta alcanzar el 2,70% al cierre de la jornada.
La clave del giro
¿Qué sucedió para permitir esa vuelta tan drástica en el mercado de deuda europeo? A eso de las diez de la mañana, comenzaron a saltar rumores sobre la posibilidad de que el Banco Central Europeo estuviera comprando deuda periférica. Aunque no fue eso exactamente lo que sucedió. Es posible que el Banco Central Europeo llamara a las grandes entidades con las que suele realizar sus operaciones para solicitar precios a los que podría comprar deuda. El BCE, de esta manera, habría insinuado al mercado su interés por comprar deuda sin hacerlo de verdad. Estas intenciones se habrían expandido por el mercado, provocando un cierre de posiciones cortas contra la deuda soberana, la deuda y la Bolsa. Ningún banco de inversión, por potente que sea tiene la munición suficiente como para hacerle frente al dueño de la fábrica de dinero. En cualquier caso, el lunes, cuando la institución monetaria presente sus cifras sobre la compra de deuda realizada esta semana podremos descubrir este misterio. Sea como sea, de manera momentánea, es posible que el BCE haya conseguido aplacar a los especuladores. Pero ello no es garantía de nada. La fiebre, las primas de riesgo, pueden volver a subir en cualquier momento.
En el mercado de divisas, el euro, que había marcado sus mínimos intradiarios en 1,3865 unidades, recuperaba el nivel de 1,40 dólares al cierre.
En Bolsa, el Ibex, que había marcado los mínimos de la sesión por debajo de los 9.300 puntos, se fue recuperando poco, aunque con algún altibajo que otro, uno de ellos, por ejemplo, por el rumor que circuló en el mercado de una posible rebaja de la calificación crediticia de Francia, hasta cerrar la sesión en los 9.603,40 puntos, lo que supone un reducido retroceso del 0,69%. Aunque el indicador marcó sus máximos del día muy cerca de los 9.700 puntos.
Pero hubo otros indicadores que lo hicieron mucho mejor. Sin duda, el que con más decisión cotizó los rumores de intervención del Banco Central Europeo, además de la cumbre urgente que la Unión Europea prepara otra cumbre extraordinaria para el próximo viernes para allanar el camino para el segundo rescate a Grecia y frenar así el contagio a otras economías, fue el Ftse Mib de Milán, que se disparó un 1,18%, gracias al sólido rebote registrado por los bancos del país, como Unicredito, que ganó un 5,89% e IntesaSanpaolo, que se apuntó un 3,34%. Ambos fueron los valores más rentables del Eurostoxx 50, seguidos de Telecom Italia, que avanzó un 1,80%. También descataron otras entidades financieras en Europa, como Crédit Agricole, Generali, BNP Paribas o BBVA entre los diez valores más rentables del selectivo paneuropeo.
Además del Ftse Mib de Milán, también el PSI-20 de Lisboa cerró en verde: avanzó un 0,71%. Mientras, el Ftse 100 británico fue el peor, con un descenso de alrededor de un 1%, el Cac 40 francés perdió un 0,88% y el Dax alemán, un 0,78%.
La banca tira del Ibex
En el Ibex, la banca lideró los ascensos. BBVA fue el que más ganó, con un repunte del 0,72%. A continuación, el Popular, que ganó medio punto porcentual. Santander y Sabadell también cerraron la sesión en verde: ganaron un 0,22% y un 0,12%, respectivamente.
Bankinter, mientras, terminó la jornada prácticamente plano. Pero CaixaBank cerró la jornada con un recorte del 1,38%. Ayer hubo cita con los resultados empresariales de la primera entidad financiera: Banesto ganó 286,8 millones de euros hasta junio, lo que supone un descenso del 24,9%. Al cierre, sus títulos perdían un 0,4%.
Junto a los bancos, sólo dos valores del Ibex cerraron la jornada en verde: FCC, que se apuntó un 0,35%, y Técnicas Reunidas, que ganó un 0,17%.
En el otro lado de la tabla, Endesa, que retrocedió un 3,15%. A continuación, Ferrovial, que perdió un 2,70%, un porcentaje parecido al que perdió Abengoa. BME, Red Eléctrica, Gas Natural e IAG también perdieron más de un 2%. Los grandes valores se situaron entre los que menos perdieron del selectivo: Iberdrola y Repsol YPF se dejaron un 0,68% y un 0,41%, respectivamente.
Fuera del selectivo, los peores valores fueron Dinamia, Biosearch y Nyesa, con retrocesos de más de un 4%. En el otro lado de la tabla, Metrovacesa, con un fuerte aumento del 103,70%, en la sesión en que comenzaba su ampliación de capital.
En Estados Unidos, la apertura fue bastante volátil. Allí, la balanza comercial fue más deficitaria de lo esperado. Aunque lo importante se publicaría mucho más avanza la sesión: las actas de la última reunión de la Reserva Federal.
En el mercado de materias primas, el barril de Brent, de referencia en Europa, llegó a caer hasta los 114 dólares a las doce de la mañana, nivel desde el que rebotó hasta los 117 dólares al cierre de la jornada. Mientras, el oro subía hasta niveles por encima de los 1.550 dólares.