Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
ESCÁNDALO SEXUAL

Strauss-Kahn, el síndrome del conde de Montecristo

MIGUEL SALVATIERRA
MADRIDActualizado:

El ya exdirector gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn (DSK), parece haber tomado un billete de ida y vuelta del cielo al infierno. El giro del caso en el que estaba acusado de asalto sexual y violación de una camarera en una 'suite' de Nueva York se ha producido al salir a la luz las investigaciones en torno a la denunciante. La presunta víctima reconoció que su primera versión de los hechos no era del todo verdad y que para conseguir los papeles de asilo mintió al decir que había sido violada en su país de origen, Guinea. Esta mujer también conversó por teléfono con su novio, encarcelado en Arizona por tráfico de drogas y blanqueo de dinero, sobre los beneficios que podría sacar de la historia: "Este hombre tiene mucho dinero; no te preocupes, sé lo que estoy haciendo. Además se han encontrado a su nombre varias cuentas, una de ellas con 100.000 dólares. Ante las nuevas evidencias y con la misma rapidez con que se puso a DSK entre rejas, el juez decidió dejarle en libertad sin fianza pero mantuvo los siete cargos por agresión sexual e intento de violación y le retuvo el pasaporte. La próxima comparecencia ante el juez, el próximo 18 de julio, puede ser determinante para su futuro. Según el New York Times, a DSK la fiscalía le habría ofrecido ya admitir un posible delito menor que no conllevaría pena de prisión y que le permitiría regresar de inmediato a Francia, pacto que habría rechazado con la confianza de obtener la total absolución.

Agitación socialista

En el FMI no parece que estas novedades vayan a cambiar el rumbo de las cosas al contar ya con nuevo timonel: Christine Lagarde. Sin embargo, las aguas han sufrido fuertes turbulencias en el socialismo francés inmerso en el proceso de elegir un candidato que dispute la presidencia del Estado a Nicolas Sakozy. Antes del escándalo, DSK estaba considerado como un aspirante con serias posibilidades de triunfo. En un primer momento y tras conocer su liberación provisional se llegó a hablar de aplazar las primarias con objeto de que DSK pudiera participar. Sin embargo, la euforia ha dejado paso a una realidad más áspera. El proceso en Nueva York puede llevar tiempo y los indicios de que hubo actos sexuales, consentidos o no, son bastante claros: se encontró semen en la alfombra y cama de la habitación, y marcas con ADN del acusado en las magulladuras de la camarera.

El exhibicionismo con que la Justicia de EE UU ha tratado el caso unido al morbo barriobajero desatado en los medios han provocado una disección devastadora de la personalidad y antecedentes de DSK. La prensa francesa, y no precisamente en las secciones de cotilleo, han sacado a la luz con profusión de detalles sus inclinaciones desmesuradas hacia el sexo. Se han divulgado las turbias relaciones con alguna de sus colaboradores, las anécdotas sobre sus numerosas 'conquistas' y su afición a un conocido club de intercambio de parejas. Otro golpe inesperado que puede minar su credibilidad ha procedido de la periodista Tristane Banon, que decidió denunciarle por intento de violación en 2003 y le calificó de 'orangután en celo'. Todas estas revelaciones han ensombrecido su perfil de político astuto y brillante, con una trayectoria de mérito al frente del FMI. De paso se ha dado cuenta también de un tren de vida más propio de un magnate que de un político socialista. Un apedreamiento público desmedido en el que pocas voces se han levantado en su defensa. Puede que el próximo 18 de julio DSK sea liberado de sus cargos y regrese a Francia, pero el deterioro de imagen pública sufrido no parece augurarle un retorno tan feliz y triunfal como el del conde de Montecristo.