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En Rabat más de 2500 personas organizaron una marcha desde la histórica plaza de Bab el Had hacia la sede del Parlamento marroquí. / Efe
Revueltas en el mundo árabe

Miles de marroquíes exigen una reforma más profunda

Tánger, Rabat y Casablanca acogen protestas masivas en las que se denuncian irregularidades en el referédum de aprobación de la Constitución

EFE
RABATActualizado:

El Movimiento 20 de Febrero, que pidió el boicot del proceso de reforma constitucional en Marruecos, organizó su primera protesta nacional después de que el pasado viernes en la consulta popular los votos en favor de la nueva Carta Magna llegasen al 98,50 por ciento de los emitidos.

En Rabat más de 2500 personas organizaron una marcha desde la histórica plaza de Bab el Had hacia la sede del Parlamento marroquí, y agitaron pancartas contra "el despotismo" y "la corrupción". "El pueblo rechaza la Constitución de los esclavos", "no a las Constituciones que se elaboran con la ausencia del pueblo", "no al gobernador que roba el dinero público" fueron las principales consignas vitoreadas por los manifestantes. El miembro del ilegal movimiento islamista Justicia y Caridad Abu Chita Musaid dijo que las protestas constituyen "un mensaje popular a las propagandas de Marruecos", en referencia a la reforma constitucional. Precisamente, Justicia y Caridad, que forma parte del Movimiento 20 de Febrero, pidió a todos las fuerzas políticas que "inicien un diálogo global sobre la base de un pacto nacional para el cambio, abierto a todas las partes y que evite que Marruecos se dirija hacia el abismo".

Musaid agregó que el Estado todavía "no ha respondido a las reivindicaciones del Movimiento del 20 de Febrero". El citado movimiento reclama, entre otras cosas, una asamblea constituyente que otorgue a Marruecos una nueva Constitución, el fin de la política del monopolio económico, gozar de garantía de los servicios de sanidad y educación, el derecho al empleo y la reducción del coste de vida.

'Jóvenes monarquicos'

En la misma zona donde protestaron hoy los marroquíes por reformas, decenas de los llamados 'jóvenes monárquicos' organizaron una manifestación para apoyar a la nueva Constitución, y gritaron consignas contra el Movimiento 20 de Febrero, al que acusaron de traidor. Mientras cantaban el himno nacional de Marruecos, los partidarios de la nueva Carta Magna levantaron banderas de este país y pancartas con la foto del rey Mohamed VI, y quemaron banderas del Movimiento 20 de Febrero.

"Vivo en Italia y he venido a Marruecos para apoyar la nueva Constitución y a nuestro rey", dijo a Efe Jalid Cherqui, uno de los 'jóvenes monárquicos' que iba vestido con una túnica a la que adhirió fotos del monarca alauí. Como ya ocurrió el domingo pasado, las fuerzas antidisturbios estuvieron presentes para evitar enfrentamientos entre ambos bandos.

En Tánger, miles de personas salieron a la calle desde el popular barrio de Beni Makada hacia el centro de la ciudad, y reivindicaron "el establecimiento de una Carta Magna democrática, el juicio de los responsables políticos corruptos y la liberación de los detenidos políticos", comentó a Efe un testigo. Munaim Musaui, uno de los activistas del Movimiento 20 de Febrero en Tánger, dijo a Efe que la finalidad de la protesta de hoy es "la continuación de la lucha para alcanzar un cambio democrático profundo" en el país.

Supuestas irregularidades

Activistas marroquíes denunciaron supuestas irregularidades en el referéndum constitucional como, por ejemplo, Jadiya Riadi, presidenta de la Asociación Marroquí de los Derechos Humanos (AMDH). Riadi subrayó que durante la jornada del referéndum "no hubo ningún control sobre la identidad de los votantes", y apostilló que "el mismo día de la consulta las autoridades seguían pidiendo a la gente que votase 'sí'.

Por su parte, el Consejo Nacional de Derechos Humanos (CNDH, institución oficial), que elaboró una supervisión parcial de la consulta popular, destacó en un comunicado que el referéndum se llevó a cabo en "las condiciones establecidas por la ley y no se registró ninguna irregularidad". La nueva Constitución pretende, según anunció el rey Mohamed VI, profundizar en la separación de poderes y en el carácter parlamentario del sistema político marroquí.