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Interior de la Bolsa de Madrid. / Archivo
MERCADOS | MADRID

Portugal no hace mella en España

El Ibex 35 sube el 0,59% y recupera los 10.600 puntos -cota perdida a principios de marzo- impulsada por el grupo textil, que anunció un aumento de su beneficio del 32% en 2010, un resultado mejor de lo esperado

CRISTINA VALLEJO
MADRIDActualizado:

El principal foco de atención de la sesión estaba en Portugal, en el debate sobre el nuevo plan de recorte presupuestario propuesto por el Gobierno socialista. El ministro luso de Finanzas, Fernando Teixeira dos Santos, realizó un discurso de defensa de su proyecto a la desesperada para lograr el apoyo del partido mayoritario de la oposición, el Partido Socialdemócrata (conservador). Hizo un llamamiento a la responsabilidad de la oposición para llegar a un acuerdo y librarse, por fin, "de la piedra en el zapato" que supone para Portugal la duda que mantienen los mercados sobre si finalmente al país le será posible cumplir con su compromiso de reducir el déficit. Pero la prensa lusa ya afirmaba, antes del inicio del debate, que el pacto por la estabilidad y el crecimiento propuesto por el Gobierno a instancias de la Unión Europea nacía muerto. Efectivamente, en su réplica, el portavoz del Partido Socialdemócrata no se mostró muy receptivo a la proclama de su rival. Aseguró que subiendo impuestos y reduciendo salarios el Gobierno provocará lo contrario de lo que persigue. La oposición conservadora acusó a la izquierda de insensibilidad social y de castigar a las familias con sus medidas.

Tampoco los comunistas prestaron su apoyo al Ejecutivo socialista, al que acusaron de someterse a los dictados del mercado y de Europa. A la vista de que las medidas presupuestarias no gozarían del apoyo de la Cámara, el primer ministro luso, José Sócrates, abandonaba el hemiciclo antes incluso de que su correligionario Teixeira Dos Santos terminara su alocución. A las siete de la tarde, muy probablemente, en la reunión concertada con el presidente del país, Cavaco da Silva, Sócrates presentaría su dimisión. La posibilidad de unas elecciones anticipadas y la inestabilidad que ello insuflaría a la deuda portuguesa hace pensar en que Portugal se verá abocado a pedir un rescate a la Unión Europea. Pero, ¿sería posible con un Gobierno interino? ¿O habría que esperar a después de las elecciones? Aún hay muchas incógnitas al respecto, sobre todo porque, posiblemente, el acuerdo sobre la flexibilización del fondo de rescate vigente no llegue hasta el mes de junio, de acuerdo con el borrador de la cumbre europea que comienza el viernes. Lo que sí parece claro es que, de haber comicios, el pueblo apoyará a los conservadores (con un 45% de los votos, según una encuesta publicada por el Diario Económico), frente al 29% que votaría a los socialistas. Otro dato: los socialistas no parecen dispuestos a gobernar bajo las directrices del FMI, pero los conservadores no se opondrían.

En el mercado secundario de deuda, la incertidumbre cotizó a la baja en el precio de los bonos y, por tanto, al alza en las rentabilidades. Pero el movimiento fue por barrios. En la deuda a diez años, las primas de riesgo que más subieron fueron las de la deuda irlandesa. Y, a continuación, las de la deuda portuguesa. El interés del bono luso a diez años subió hasta máximos, al menos de cierre, situados en el 7,63%, dado que marcó una tendencia creciente a lo largo de toda la sesión. La prima de riesgo se situaba en el 4,39%. Pero la deuda española se mantuvo al margen de este movimiento. Aunque en algún momento de la sesión la prima de riesgo de los bonos a diez años se volvió a acercar a los 200 puntos básicos, al cierre, volvía a los 193 puntos, los mismos niveles de cierre de la sesión anterior.

La deuda sufrió más en los plazos más cortos, sobre todo en la deuda a dos años y especialmente en el caso de Irlanda. ¿Qué está pasando? La negativa del Gobierno a subir el impuesto de sociedades a cambio de una flexibilización de las condiciones del rescate parece estar poniéndole las cosas difíciles a la deuda del país, así como los rumores de que alguna entidad controlada por el Estado podría dejar de pagar los cupones. Los problemas de la deuda lusa cotizaron en el euro que, tras marcar máximos de la sesión en 1,4220 dólares por euro, se replegaba hasta 1,412 al término de la sesión.

Si las dudas de Portugal no dejaron huella en la deuda española, que ya juega en otra liga, tampoco lo hicieron en el parqué madrileño. Mientras el PSI-20 de Lisboa retrocedió alrededor de un punto porcentual, el Ibex-35 salvó la sesión con un repunte del 0,59%. Incluso el Dax alemán lo hizo peor que el selectivo español: la plaza alemana terminó la jornada con un avance del 0,35%.

Poco optimismo

En el resto del mundo, las noticias no invitaban al optimismo. En Japón, el índice Nikkei de Tokio cedía más de un punto porcentual, en una recogida de beneficios pero, posiblemente, también, por la preocupación ante la existencia de una alarma de contaminación de agua. En Egipto, la Bolsa volvía a operar por primera vez desde el inicio de las revueltas hace dos meses con un retroceso de casi el 9%. Y, en Libia, sigue habiendo incertidumbres, aunque el crudo no está mostrando una evolución muy preocupante: en Europa, el barril de Brent se mantiene en el entorno de los 115 dólares, mientras que el barril de West Texas superaba los 105 dólares.

En Estados Unidos, el mercado inmobiliario sigue proporcionando datos preocupantes. En febrero, el número de compraventas de viviendas nuevas cayó a mínimos históricos, mientras que los precios descendieron hasta los niveles más bajos desde diciembre de 2003. El mercado americano también tenía que lidiar con la losa de tener a Bank of America en contra: la Reserva Federal norteamericana le prohibía pagar los dividendos de acuerdo con sus planes.

Con todo y con eso, los indicadores americanos entraban en terreno positivo a partir de las cinco de la tarde. En Europa, muchos índices cerraron en verde por un impulso paralelo. De hecho, el Ibex, que estuvo prácticamente plano durante toda la sesión, registró un tirón de última hora que le hizo posible cerrar en verde. ¿Qué fue lo que pasó? La única noticia que quizás tenía la potencia suficiente como para mover a las Bolsas venía de la mano de las declaraciones del primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker, que afirmó que el Banco Central Europeo, la Reserva Federal y los otros miembros del G-7 estarían preparados para adoptar medidas concertadas para evitar la apreciación del yen ante cualquier otro ataque especulativo. Aunque Juncker también realizó declaraciones sobre el mecanismo de rescate permanente que los líderes europeos comenzarán a discutir mañana y las objeciones de Alemania que, a su juicio, se limitan al ritmo al que irán contribuyendo a ese fondo para no deteriorar sus ratios fiscales.

Todas las dudas sobre la crisis de la deuda soberana cotizaron en los bancos españoles. De hecho, ellos fueron los responsables de que el selectivo español no subiera más. Popular cedió casi medio punto porcentual; el Sabadell, un 0,35%; Santander y Bankinter, un 0,14% y un 0,08%, respectivamente. Repsol hizo un flaco favor, con su retroceso del 1,75%, tras anunciar la venta de otro 6,6% de YPF, aunque a un precio más bajo que en la operación anterior. Descensos también para Indra, Telecicno, Renovables y Endesa.

En el otro lado de la tabla, Inditex, que se disparó un 6,02%, tras presentar unos magníficos resultados que crecieron un 32% y anunciar un aumento del dividendo del 33%. Fuertes avances para Gamesa y Técnicas Reunidas, que ganaron un 2,85% y un 2,76%, en una sesión en que se adjudicaron sendos contratos, la primera en Estados Unidos, y la segunda, en Australia. Ebro, Red Eléctrica, Gas Natural, Mapfre y Acciona se apuntaron más de un 2%.