Zapatero admite que la mejora en el paro es «tan débil» que no asegura «un cambio irreversible de tendencia»
El presidente considera que la recuperación económica va a ser "cierta y sostenida", pero aún es "lenta y también incierta en su progresión"
MADRID Actualizado: GuardarEl presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha admitido ante el pleno del Congreso de los Diputados que el empleo sigue siendo la principal debilidad de la economía española, y ha advertido de que todavía puede haber altibajos en la trayectoria laboral, con aumento de la cifra de parados. Es la primera vez que el líder del ejecutivo acude al parlamento para rendir cuentas de la evolución del mercado de trabajo, y ha aprovechado la ocasión para presentar un plan actualizado de las medidas que pretende sacar adelante en lo que resta de legislatura. De la coordinación de planes económicos y sociales se encargará el ‘número dos’ del Gobierno, el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba.
En la sesión ha quedado claro que el Jefe del Ejecutivo no va a contar para estos proyectos con el apoyo del Partido Popular. El líder de la oposición, Mariano Rajoy, ha exigido su salida, para que los ciudadanos no sigan sufriendo las consecuencias de sus errores. Salvo los aliados, que le han apoyado para sacar adelante los presupuestos (PNV y CC), el resto de los portavoces ha censurado su discurso y le ha echado en cara la ineficacia de sus políticas para salir de la crisis.
En su intervención inicial, Rodríguez Zapatero, que ha calificado de “inasumible” la cifra actual de paro, ha valorado -“con la máxima cautela”- los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) que indican que, por primera vez desde el comienzo de la crisis, el desempleo se ha reducido. Ha indicado que el sector de servicios -que emplea al 73% de los ocupados- se encuentra “próximo a la estabilización”, mientras que la industria y la construcción han moderado sus caídas.
El líder del Ejecutivo ha relacionado este repunte con los efectos de la reforma laboral, que ha provocado el incremento de la conversión de contratos temporales en indefinidos y el impulso de los formativos. Ha recordado a los sindicatos que todavía hay trámites pendientes de acuerdo, como la regulación de agencias de colocación y las políticas activas de empleo. Pero también les ha emplazado a cerrar las modificaciones en la negociación colectiva –un acuerdo que han de alcanzar empresarios y centrales- antes del 20 de marzo. Si se llega a esa fecha sin un entendimiento, el Gobierno aprobará esta reforma por decreto.
“La lucha contra el paro es la prioridad entre las prioridades,” ha recalcado Rodríguez Zapatero. Ha apuntado que el comportamiento desfavorable del desempleo responde a la evolución al alza de la población activa y al ajuste brusco de la construcción residencial. “De no haberse producido estos dos factores en España, la tasa de paro sería hoy tan sólo del 12%, tan sólo dos puntos superior al promedio europeo”, ha apuntado. Cuando Mariano Rajoy ha echado en cara al líder de los socialistas la fuerte escalada del desempleo y la “vergonzosa” tasa del 40% de paro juvenil alcanzada durante su mandato, el presidente del Gobierno le ha replicado evocando la generación de la ‘burbuja inmobiliaria’ en tiempos de José María Aznar.
Prioridades
“La crisis económica –ha destacado el líder del Ejecutivo- ha puesto de manifiesto la limitada efectividad de las políticas activas de empleo y la necesidad de su reforma en profundidad”. Ha admitido que la restricción presupuestaria impedirá el incremento de recursos destinados a este proyecto, ahora cifrados en 7.300 millones de euros. Aun así, ha anunciado una revisión en profundidad del funcionamiento del sistema de políticas activas: con un desarrollo de la atención individualizada, un fortalecimiento de los servicios públicos de empleo, la adaptación de los programas de formación, el aumento de la vinculación entre políticas activas y pasivas de empleo y el reforzamiento de los mecanismos de información entre el Estado y las Comunidades Autónomas.
El avance en las reformas servirá para combatir la desconfianza de los mercados. Como ya anunció el pasado martes el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, el objetivo del Gobierno es que el proyecto de Ley de modificación del sistema de pensiones llegue al Parlamento en el primer trimestre de 2011 y el presidente ha recalcado que es “un compromiso sin marcha atrás”.
Para convencer de la firmeza de los propósitos de cumplir los compromisos de austeridad económica, antes de final de mes, la ministra de Economía, Elena Salgado, convocará a las Comunidades Autónomas para una nueva reunión del Consejo de Política Fiscal, donde se les pedirá más trasparencia y que divulguen la ejecución de sus presupuestos mensualmente.
Falta de cooperación
El presidente también ha anunciado que pondrá en marcha la nueva planificación energética, pese a las dificultades para alcanzar un entendimiento con el PP. Ha recordado que una subcomisión del Congreso ha puesto los mimbres para un acuerdo básico. En las próximas semanas, el Gobierno definirá las principales medidas para reconducir el problema del déficit tarifario, a la vez que continuará con la liberalización de los mercados minoristas de gas y electricidad reduciendo los consumidores sujetos a Tarifa de Último Recurso.
Otro de los proyectos que ha anunciado el líder del principal partido en el Congreso es el cumplimiento de racionalización del sector público empresarial, que incluye la extinción de 14 empresas y la fusión de otras 24, “con el fin de aumentar su eficacia y reducir gasto público”. Además ha adelantado un Plan Integral de Política Industrial que incorporará medidas para impulsar el crecimiento de las empresas de menor tamaño, pero mayor potencial de generación de empleo.
A pesar de la crisis, el Ejecutivo no ha querido abandonar las políticas de igualdad. Antes que finalice 2010, el Gobierno aprobará unos criterios de preferencia, en determinados contratos públicos, para empresas que cumplan la presencia de mujeres en sus estratos directivos.
El presidente ha querido aprovechar su comparecencia para pormenorizar los logros de su Gabinete. Ha subrayado que, en lo que va de año, el Instituto de Crédito Oficial (ICO) ha movilizado recursos por valor de 18.400 millones de euros; y ha anunciado que a partir de 2011, la agencia financiera del Gobierno apoyará proyectos de incorporación de nuevas tecnologías a las empresas y potenciará los instrumentos de inversión de capital riesgo en empresas innovadoras.
Rodríguez Zapatero ha concluido el discurso defendiendo la austeridad económica y las reformas para que “el paro deje de ser un hecho económico diferencial negativo. “Las responsabilidades de contribuir a reactivar la situación y volver a crear empleo, ni es ni debería ser sólo del Gobierno”, ha cerrado.
¡Váyase!
Los dirigentes de la mayoría de las fuerzas políticas han prestado nulo apoyo a este llamamiento. El líder del Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, ha sido contundente y ha exigido la marcha del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para que no siga “imponiendo sus errores”. “El problema es que en usted ya no se puede confiar y por eso debería darle la palabra a los españoles, que lo están deseando”, ha apuntado.
El jefe de la oposición ha declarado que Rodríguez Zapatero debe abandonar “ensoñaciones” como su proyecto de economía sostenible o el de “economía verde”. Ha asegurado que es “imposible” devolver la confianza y ejecutar las reformas necesarias que la situación requiere para “animar” la inversión generadora de empleo.
Rajoy ha insistido en que no le vale la “excusa” de que unos comicios supondrían perder dos meses en campaña electoral, porque de otra forma lo que se estarán perdiendo son dos años de gestión para recuperar la economía.
En un pleno semivacío por la desbandada que se ha producido al término de las intervenciones de los dos principales líderes el portavoz parlamentario de CiU, Josep Antoni Durán i Lleida, ha culpado al presidente del Gobierno por haber tardado “demasiado” en colocar al frente del Ministerio de Trabajo a alguien que conoce la “problemática” del paro. El representante de ERC, Joan Ridao, ha acusado al Ejecutivo de haber llevado a cabo una política económica marcada por “la improvisación, la indolencia y el oportunismo electoral”. Y Josu Erkoreka, del PNV, ha instado a la cautela a la hora de interpretar los logros de la última reforma laboral. “Su desarrollo legislativo y reglamentario puede constituir una excelente ocasión para resucitar el diálogo social”, ha aseverado.