crisis financiera mundial

La UE y el FMI preparan una misión a Irlanda para definir su eventual rescate

La zona euro reconoce las medidas adoptadas por Irlanda para garantizar la estabilidad de su sector bancario, pero añade que el mercado no se ha normalizado

BRUSELAS Actualizado: Guardar
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La Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo preparan el envío de una misión técnica a Irlanda para intensificar los trabajos preparatorios de un eventual rescate del país, en el caso de que Dublín se decida a solicitar la ayuda de sus socios.

"El Gobierno irlandés se ha comprometido a entablar unas discusiones cortas y concretas con la Comisión Europea, el BCE y el FMI para determinar la mejor manera de proveer cualquier apoyo necesario para afrontar los riesgos del mercado, especialmente en lo referente al sector bancario", dice un texto acordado por los ministros de Finanzas de la zona euro. El documento reconoce las medidas adoptadas por Irlanda para garantizar la estabilidad de su sector bancario, mediante garantías, recapitalizaciones y separación de los activos, pero añade que "las condiciones de mercado no se han normalizado y que se mantienen las presiones, aumentando las preocupaciones que señalan que podrían ser necesarias más reformas y medidas de estabilización".

Dublín se ha resistido, por el momento, a pedir la asistencia de sus socios, pese a los reiterados ofrecimientos en este sentido por parte de los distintos líderes de la Unión Europea. "Es responsabilidad de Irlanda el solicitar la ayuda de sus socios", ha considerado a este respecto el presidente del Eurogrupo, Jean Claude Juncker, quien ha explicado que los trabajos técnicos permitirán "tener todos los elementos e instrumentos en caso de que Irlanda haga una demanda de ayuda al Eurogrupo y el FMI".

Sin cifras del posible rescate

Klaus Regling, consejero delegado de la Facilidad Europea de Estabilidad Financiera (el instrumento aprobado tras la crisis de Grecia para socorrer a los países de la zona euro con problemas de financiación) ha garantizado a su vez que el fondo estará listo para "proveer de importantes cantidades de ayuda" en cuestión de días, en caso de que Irlanda se decida a solicitar la ayuda. Regling ha declinado, sin embargo, precisar las cifras a las que ascendería el rescate de Irlanda o de su sector bancario, pues dependerá de las circunstancias concretas.

Por su parte, el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, ha dicho que "es prematuro" hacer especulaciones, antes de que el FMI, la CE y el BCE hagan su evaluación. El Gobierno irlandés ha cifrado el rescate de su sistema financiero en unos 50.000 millones de euros, lo que elevará la cifra de déficit público del país hasta el 32% del PIB en 2010.

Antes de participar en la reunión, Rehn ya había confirmado la existencia de conversaciones oficiales con las autoridades irlandesas, el FMI y el BCE encaminadas a solucionar los problemas del sector bancario irlandés. Sin embargo, el primer ministro irlandés, Brian Cowen, ya avisó desde Dublín que su Gobierno no ha solicitado de momento ninguna ayuda a sus socios, en contra de los insistentes rumores que apuntaban en esa dirección.

Grecia y Portugal deben profundizar en sus reformas

Por otro lado, los ministros de Finanzas de la zona euro han pedido a Portugal y Grecia que especifiquen y profundicen ciertas medidas para luchar contra la crisis de la deuda soberana en la región.

En el caso de Portugal, uno de los países señalados por los mercados de deuda junto con Irlanda, el Eurogrupo ha pedido al Gobierno que especifique las reformas estructurales que piensa adoptar para "mejorar el potencial de crecimiento del PIB y la competitividad". Concretamente, los socios del euro han reclamado al Ejecutivo luso que se centre en "eliminar las rigideces en los mercados laboral y de productos, incluyendo la formación de los salarios, y mejorando la productividad".

En el caso de Grecia, el texto acordado por el Eurogrupo "enfatiza en particular la necesidad de profundizar la reducción del gasto (en el presupuesto de 2011), así como la aceleración y profundización de las reformas estructurales, en particular en el área fiscal, del mercado de trabajo, clima empresarial, sanidad y eficiencia de la administración pública". Más allá de estas peticiones, el Eurogrupo ha repedio en ambos casos que confía en el compromiso de los dos Ejecutivos para cumplir sus objetivos de reducción de déficit.