El cuñado de Netanyahu y el «antisemita» Obama
El primer ministro sale al paso de las declaraciones vertidas por el hermano de su mujer Sarah tachando a su homólogo estadounidense de "anti-israelí y anti-judío"
MADRIDActualizado:En medio de la peor escalada de tensión diplomática entre Estados Unidos e Israel en casi dos décadas, a Benjamín Netanyahu se le empiezan a acumular los problemas. Mientras el jefe del Gobierno israelí intenta enderezar desde su despacho la situación con Washington, después de que su principal aliado considerase un "insulto" y un "desafío abierto" el anuncio de la construcción de 1600 viviendas en Jerusalén Oriental, las cosas en casa se le ponen difíciles.
El hermano de su mujer Sarah, Hagai Ben-Artzi, muy crítico con su política y persona, entraba esta mañana en directo en un programa de la radio del Ejército para 'despotricar' contra el presidente estadounidense al que tachaba de "antisemita, anti-israelí y anti-judío". Preguntado por las críticas de Obama hacia Netanyahu respecto a Jerusalén Este, el cuñado respondía: "cuando un presidente antisemita llega al cargo en EEUU tenemos que decir que no nos rendiremos". Por ello, pedía públicamente a Netanyahu que diga "no" a las interferencias estadounidenses en Jerusalén. Según él, a Obama "no sólo no le gusta el primer ministro, sino que tampoco le gusta la gente de Israel".
Nada más escucharle, el primer ministro israelí se ha desmarcado rápidamente de estas opiniones. "Me opongo firmemente a las palabras de Hagai Ben-Artzi. Tengo gran aprecio por el compromiso del presidente Obama con la seguridad de Israel, que ha expresado en muchas ocasiones, y con los profundos lazos entre los dos países".
Las críticas del mediático cuñado llegan en plena crisis con Washington a raíz de la 'bofetada' al vicepresidente estadounidense Joe Biden durante su gira por Oriente Medio. Tanto el Gobierno de Obama como anteriores administraciones han rechazado la expansión de los asentamientos israelíes en los territorios palestinos, por considerarla un serio obstáculo para alcanzar la paz. Este nuevo frente de tormenta con Israel significa un importante traspié para Obama, que ve peligrar la firma de un acuerdo de paz entre palestinos e israelíes, uno de sus objetivos en política exterior y sueño de varios de sus predecesores.