La crisis en Honduras deja su economía por los suelos
El golpe de Estado ha dejado las arcas del país bajo mínimos y el nuevo Gobierno debe hacer frente al déficit, la reducción de las reservas internacionales y el paro de sus ciudadanos
TEGUCIGALPAActualizado:La crisis política que ha vivido Honduras durante los últimos cinco meses han dejado la economía del país bajo mínimos y al próximo Gobierno un panorama de déficit, reducción de las reservas internacionales y destrucción de empleo, según economistas y dirigentes empresariales.
Con una inflación del tres por ciento hasta noviembre pasado, quizás uno de los pocos indicadores que dan algún alivio, la economía hondureña sufre una caída de alrededor del 11% en las remesas, su principal fuente de divisas, por la crisis internacional, principalmente en Estados Unidos.
Las remesas, que sumaron unos 2.694 millones de dólares en 2008, eran de unos 2.137 millones al 19 de noviembre pasado, según datos del Banco Central de Honduras (BCH), que en esa fecha también registraba unas reservas internacionales de 2.313 millones, unos 376 millones menos con respecto a 2008. El BCH ha pronosticado para este año un decrecimiento económico de entre el 1 y el 2% por las crisis interna e internacional, para un país que tiene a aproximadamente un 70% de su población por debajo de la línea de pobreza.
El Gobierno que será presidido por Porfirio Lobo, ganador de las elecciones del domingo, se encontrará "una situación complicada" por el entorno internacional y la crisis política interna, según el analista económico Martín Barahona. "Sé que la situación no es fácil, hay que definir prioridades", reconocía el propio Lobo en declaraciones a medios locales, al tiempo que adelantaba que buscará atraer inversiones, no aplicar impuestos ni emprender grandes obras porque las finanzas públicas están debilitadas, entre otras decisiones en materia económica.
Gran déficit interno y externo
El presidente de la Asociación Nacional de Industriales, Adolfo Facussé, ha dicho a los periodistas que "el próximo Gobierno encontrará un gran déficit tanto externo como interno, que tendrá que sanear". Según el dirigente empresarial, Lobo tendrá que buscar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), ya que Zelaya no firmó ninguno y el Gobierno de facto, que no tiene reconocimiento internacional, ha dicho que deja este asunto a la nueva Administración.
"Habrá que hacer mucho, atraer inversiones (...), recuperar los empleos que se perdieron durante 2009, que fueron de 25.000 a 30.000", y volver a los 133.000 que había sólo en la industria ensambladora, apuntaba a la prensa el director ejecutivo de la Asociación Hondureña de Maquiladores, Guillermo Matamoros. Mientras, Barahona, ex presidente del Colegio Hondureño de Economistas, subrayaba que Honduras ha sufrido "decrecimiento económico, las finanzas públicas presentan desequilibrio y la cooperación internacional está en incertidumbre".
Golpe también a la economía
La comunidad internacional, que suspendió su ayuda por el derrocamiento de Zelaya y no reconoce al Gobierno de facto de Roberto Micheletti, ha dado la espalda mayoritariamente a las elecciones ganadas por Lobo, del opositor Partido Nacional, por considerar que se celebraron en un marco de ruptura constitucional. Lobo ha instado a Micheletti y Zelaya a integrar un Gobierno de unidad en cumplimiento del acuerdo que firmaron sus representantes el 30 de octubre pasado en busca de resolver la crisis política, para así, ha dicho, destrabar la ayuda y las relaciones internacionales.
La cooperación "depende del reconocimiento político de la comunidad internacional, el cual no es seguro y no va a ser total", ha comentado Barahona. En su opinión, en el fondo de las crisis coyunturales también está "el rezago histórico de la economía de Honduras" en sectores como industria y agricultura, entre otras causas estructurales. Barahona ha señalado las "mayores presiones sociales" por el crecimiento de problemas como la pobreza, la inseguridad y el desempleo.
El impacto del golpe de Estado sobre la economía, agregó el analista, "ha sido grande; antes del 28 de junio, es cierto, había algunas señales" de dificultades, pero "el ambiente político afectó negocios grandes y pequeños, la actividad interna se estancó, se congeló la ayuda, las inversiones se paralizaron". "Este impacto terminó de acentuar la tendencia negativa de la economía", ha puntualizado Barahona.