Encuentros y desencuentros entre España y la Venezuela de Chávez
Desde el famoso "¿Por qué no te callas?" que le dirigió el Rey al mandatario venezolano, las relaciones entre los dos países han sufrido constantes altibajos
MADRID Actualizado: GuardarLos lazos históricos y culturales que unen España con Venezuela son innegables. Pero desde hace algunos años los actos de sus políticos han hecho que las relaciones bilaterales entre ambos países vivieran momentos tensos llegando incluso al borde de la ruptura.
Desde que Chávez llegó al poder, su antipatía por el ex presidente José María Aznar ha quedado patente en muchas de sus declaraciones, llamándolo “fascista” en más de una ocasión. Precisamente fue al referirse de esa manera al ex mandatario español en la Cumbre Iberoamericana de Chile en noviembre de 2007, cuando el Rey le lanzó un airado “¿Por qué no te callas?”, mientras el presidente Zapatero le pedía respeto hacia un mandatario elegido democráticamente.
La llamada de atención del monarca dejaba patente la tensión entre ambos países que, tras la famosa frase, el mandatario venezolano se encargó de alimentar declarando que no había escuchado las palabras de Don Juan Carlos porque “si llego a oír al Rey su corona había caído al suelo. ¡Qué lástima que no lo escuché!”. A lo que añadía que durante un vuelo que debía realizar esos días sobre Madrid esperaba que a su paso por la Zarzuela “no me disparen”.
Primer paso para zanjar la polémica
Pero la tensión desatada tras el encontronazo de Chile se disipaba un mes después con la presentación de las credenciales del embajador venezolano en España ante el Rey. El monarca entonces le expresaba “estoy encantado de tenerte aquí” en un gesto que pretendía normalizar las relaciones entre ambas naciones. El Rey entonces le señalaba que “son tantos los lazos culturales e históricos que nos unen...”, a lo que el embajador Alfredo Toro respondió “y tenemos un futuro común”, dando un paso al frente para acabar con la tensión desatada en noviembre de 2007. En febrero del año siguiente la situación se repetía, esta vez en Venezuela, al recibir Chávez al embajador de España, Dámaso de Lario, con un “bienvenido a casa”. El diplomático le trasladaba su voluntad de trabajar para “intensificar e incrementar los múltiples lazos” que unen ambos países.
La tensión que había protagonizado las relaciones entre España y Venezuela durante meses, se acababa con una foto en Mallorca. Más de medio año después de la sonada cumbre de Chile, en julio de 2008, aprovechando un visita de Hugo Chávez a España, se reunía con el Rey en su residencia de verano zanjando las malas relaciones y el incidente de la Cumbre Iberoamerica.
Apretón de manos en Mallorca
Una hora después de lo previsto llegaba el mandatario venezolano al Palacio de Marivent, donde el monarca le recibía con un apretón de manos. Chávez llegaba bromeando y comentando el calor que hacía en la isla, tanto que le propuso a Don Juan Carlos “¿Por qué no vamos a la playa?”. El encuentro, que se produjo en un ambiente distendido, sirvió para dejar patente la buena relación que existe entre los dos países. Tras esta reunión, Chávez afianzó la normalización de las relaciones con un encuentro con el presidente Rodríguez Zapatero en Madrid.
Zanjada la tensión, las relaciones entre los dos países se normalizaron. Pero las idas y venidas en la historia de las relaciones entre ambos países no se han quedado ahí. El pasado mes de febrero, Chávez expulsaba al eurodiputado español Luis Herrero, observador de las elecciones venezolanas, calificándolo de “indigno”. Un hecho que produjo que el Ministerio de Asuntos Exteriores convocara al embajador en Venezuela para conocer los hechos. Pero este hecho quedó ahí y las relaciones entre ambos países continúan con normalidad, salpicadas por las declaraciones de sus políticos que contribuyen a animar la, a menudo, aburrida vida política.