Zelaya descarta volver a Honduras por las amenazas de muerte recibidas

El presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, ha descartado que vaya a regresar a su país, al menos de momento, ya que considera que su presencia en suelo hondureño supondría un peligro por las amenazas de muerte que dijo haber recibido.

Zelaya, expulsado del poder en un golpe militar el pasado 28 de junio, ha reconocido que, por el momento, no mantiene las intenciones de regresar que sí valoró semanas atrás. "Mi presencia sería (peligrosa por) una amenaza que me han hecho ellos a mí de eliminarme, de asesinarme en territorio nacional", ha advertido ante la prensa, tras reunirse en Santiago con la mandataria chilena, Michelle Bachelet.

El presidente depuesto se encuentra inmerso en una gira regional para lograr apoyos a su causa y defender su regreso a Tegucigalpa, donde persiste un Gobierno 'de facto'. En esta lucha, según Zelaya, juega un papel crucial la presión de otros países, ya que considera que aún se pueden tomar nuevas "medidas comerciales y de derecho penal internacional".

En este sentido, ha vuelto a dirigir su mirada a Washington y ha pedido a la administración estadounidense que suba el nivel de unas medidas que hasta ahora habrían sido "tibias". No en vano, ha agragado Zelaya, "en manos de Estados Unidos están gran parte de las soluciones a este zarpazo a la democracia", puesto que el 70% de la economía hondureña depende del país norteamericano, según ha informadoel diario La Prensa.

Financiación de las FARC

Mientras, la campaña de Roberto Micheletti contra Zelaya continúa. El presidente golpista ha asegurado hoy que un partido político y una organización sindical del país que no ha querido identificar "reciben dinero" de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). "Las pruebas que tenemos se enviaron desde Colombia y en su momento las vamos a publicar", ha dicho.

En las últimas semanas, el comisionado de Policía Danilo Orellana, jefe de la operación de seguridad del Gobierno de Micheletti ante la crisis política que vive el país, ha señalado que las FARC financian protestas a favor del depuesto presidente Manuel Zelaya mediante un partido y una organización sindical.

Orellana vinculó esos supuestos fondos de la guerrilla colombiana con documentos decomisados a un político liberal afín a Zelaya, Carlos Reina, en los que aparecen cantidades en dólares otorgadas a dirigentes del movimiento que organiza las protestas. Reina ha reconocido que entregó el dinero, pero ha negado que provenga de las FARC, sino de "empresarios" que respaldan a Zelaya.

Según Orellana, la información sobre la financiación de las FARC al partido y la organización sindical hondureña, que son parte del Frente de Resistencia contra el Golpe de Estado, fue obtenida en una computadora de un jefe guerrillero abatido en Colombia.