La comunidad internacional denuncia la «farsa» de la justicia birmana
Voces salidas desde todas las instituciones mundiales claman por la liberación inmediata e incondicional de la premio Nobel Aung San Suu Kyi
Actualizado:La comunidad internacional y los grupos defensores de los Derechos Humanos, han criticado duramente la condena de la justicia birmana contra la líder opositora y Nobel de la Paz Aung San SuuKyi, condenada a tres años de prisión y trabajos forzados por violar las normas de su arresto domiciliario, ya que sosprechan que el objetivo del régimen es evitar que SuuKyi participe en las elecciones generales del próximo año.
El Gobierno español ha pedido la inmediata puesta en libertad de Suu Kyi. "Las autoridades birmanas deberían tener en cuenta la opinión de la comunidad internacional, que rechaza la persecución política existente en ese país y que pide de forma enérgica un proceso de apertura democrática y de inclusión de todas las fuerzas políticas y grupos étnicos".
El Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación ha condenado la "injusta" sentencia, que confirma las "motivaciones únicamente políticas" del juicio.
La secretaria de Política Internacional y Cooperación del PSOE, Elena Valenciano, ha manifestado en un comunicado su "malestar y preocupación por la decisión de la Junta Militar birmana y la grave situación de los Derechos Humanos y políticos en el país".
El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon insta a la Junta Militar de Birmania a "liberar de forma inmediata e incondicional" a Suu Kyi y a considerarla "como una socia esencial en el proceso de diálogo y reconciliación nacional". Asimismo, señala que el proceso político birmano continuará estando bajo sospecha a no ser que Suu Kyi "y otros presos políticos de Birmania sean liberados y se les permita participar en unas elecciones justas y libres".
La Unión Europea (UE) aprobará antes del fin de semana nuevas sanciones contra el régimen birmano, incluidas las de carácter económico. "La Unión Europea responderá con medidas adicionales contra los responsables del veredicto", además está dispuesta a reforzar las "medidas restrictivas" en vigor contra el régimen birmano.
También se han oído voces de condena desde la Comisión Europea, donde su presidente, José Manuel Durao Barroso, ha dicho que el arresto es "injustificable e inaceptable" y ha reclamado su liberación "incondicional e inmediata", así como del resto de presos políticos en Birmania.
Lo mismo que la secretaria general de la organización Amnistía Internacional (AI), Irene Khan, que ha criticado la "vergonzosa" sentencia y ha pedido su "liberación inmediata e incondicional". "Su detención, el juicio y ahora esta sentencia condenatoria no son más que una farsa jurídica y política".
Por otro lado, la ONG pro Derechos Humanos Human Rights Watch (HRW) ha asegurado que el veredicto "políticamente motivado" significa un "reprensible abuso de poder" por parte de la Junta Militar que gobierna el país. Por ello, la organización ha pedido al los aliados de Birmania y a los demás gobierno que condenen dicho veredicto, que demanden la "inmediata e incondicional" puesta en libertad de la premio Nobel, y que impongan nuevas sanciones contra el régimen.
La secretaria de Estado de EEUU, Hilary Clinton, ha señalado en un comunicado que "seguimos instando a que liberen a SuuKyi del continuado arresto domiciliario". La jefa de la diplomacia estadounidense ha exigido, además, que el régimen birmano "termine la represión contra tantas personas en ese país, y empiece un diálogo con la oposición y los grupos étnicos". "De otra manera, las elecciones fijadas para el próximo año no tendrán legitimidad alguna", ha concluido.
El portavoz de la Casa Blanca Robert Gibbs ha afirmado que San SuuKyi "no debería haber sido juzgada y, por supuesto, tampoco condenada". Gibbs ha realizado estas declaraciones a los periodistas a bordo del Air Force One mientras volaba hacia New Hampshire con el presidente estadounidense, Barack Obama, quien más tarde emitirá un comunicado sobre este asunto.
Los dirigentes de Reino Unido y Francia lo consideran un "proceso político". El primer ministro británico, Gordon Brown, ha dicho que la sentencia, "puramente política", está diseñada para evitar que la líder de la Liga Nacional para la Democracia participe en las elecciones generales previstas para el año que viene. Brown se ha manifestado "apenado y enfadado" por el veredicto y se ha referido al juicio como una "farsa" en un duro comunicado, citado por la BBC. Tras condenar el veredicto "brutal e injusto" contra Suu Kyi, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha asegurado que "este proceso político ha tenido como único objetivo impedir que Aung San Suu Kyi lleve a cabo su lucha a favor de una Birmania libre y democrática".
Por su parte, el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Frank Walter Steinmeier, ha instado a la puesta en libertad de Suu Kyi, y ha calificado también de de "farsa" el proceso en que ha sido condenada. "La sentencia de hoy es un nuevo golpe a los derechos humanos en Birmania. Es el final de un proceso que fue más una farsa que un juicio y que evidencia hasta qué punto no rigen el país los más elementales derechos", apunta Steinmeier en un comunicado emitido por su departamento.