
Las protestas de los opositores vuelven a las calles
Los Guardianes de la Revolución prohíben las manifestaciones a pesar de haber reconocido irregularidades en las urnas
TEHERÁN Actualizado: GuardarAlrededor de un millar de personas se ha concentrado en la céntrica plaza de Haft-e Tir, en el sur de Teherán, para protestar contra los resultados electorales, pese a las advertencias de las Fuerzas de Seguridad. El cuerpo de elite de los Guardianes de la Revolución ha alertado de que se "empleará a fondo" para evitar las protestas de la oposición y el homenaje que planeaba hacerle a los víctimas de la última semana de marchas en contra de los resultados electorales.
Según testigos, más de dos mil efectivos antidisturbios y milicianos islámicos "Basij" armados con palos y barras de hierro se han desplegado en la céntrica plaza y sus alrededores. Esos mismos testigos han explicado que las Fuerzas de Seguridad emplearon botes de humos y gases lacrimógenos para dispersar a varios centenares de hombres y mujeres vestidas de negro que gritaban "Alahu Akbar" (Dios es el más grande). Se han registrado algunas detenciones en las calles aledañas, siempre según los testigos, dado que, como en ocasiones anteriores, la información no ha podido ser contrastada por la prensa internacional, que tiene vetada la cobertura "in situ".
Los manifestantes han denunciado de nuevo el fraude en las elecciones del pasado 12 de junio."Estaba pasando por la plaza de Haft e Tir y vi a unas 1.000 personas allí", ha explicado un testigo, ya que los medios extranjeros no pueden salir a cubrir los actos que se convocan en la calle. El testigo ha especificado que los presentes en la plaza eran seguidores del ex candidato Mir Hosein Musavi. Otro testigo presencial ha confirmado que una multitud de partidarios del ex primer ministro se habían concentrado en ese mismo lugar. También ha indicado que había visto una fuerte presencia policial en la zona, pero que por el momento la situación parecía estar en calma.
Las advertencias del Consejo
Hace sólo unas horas, la Guardia Revolucionaria Islámica, la unidad de élite militar que vela por el cumplimiento de las normas islámicas y la moralidad, había advertido de que utilizará métodos "revolucionarios" para hacer frente a los "alborotadores", refiriéndose con este término a los manifestantes que apoyan la denuncia de fraude de la oposición. "En la sensible situación actual (...) la Guardia hará frente firmemente, de una forma revolucionaria, a los alborotadores y a aquellos que violen la ley", añade en un comunicado.
Hasta el momento las fuerzas militares iraníes se han mantenido al margen de las manifestaciones opositoras que se han convocado casi todos los días desde las elecciones. Hasta ahora han sido vigiladas por la Policía y la milicia islámica Basij. Hace unas horas, el órgano supremo del régimen, el Consejo de Guardianes, ha confirmado que hubo irregularidades en los comicios que dieron la victoria a Ahmadineyad aunque no se han posicionado a cerca de la validez de las elecciones.
Protestas diarias
En sus 30 años de existencia, el Consejo jamás ha tomado una decisión de tal calibre como es la anulación de los comicios, que exige la oposición. Los resultados oficiales otorgan el 62,6% de los votos al actual presidente iraní, el ultraconservador Mahmud Ahmadineyad, y al líder opositor reformista, Mir Husein Musaví, el 33,75% de los sufragios.
Musaví no acepta estos resultados que han llevado al país a protestas diarias y enfrentamientos entre la oposición y las fuerzas de Seguridad que se han cobrado ya la vida de al menos una veintena de personas, según datos oficiales. La situación se agravó este sábado después de que al menos 13 personas murieran y decenas resultaron heridas por la represión policial durante una marcha de protesta de la oposición en la que un número indeterminado de manifestantes fueron detenidos.