Si el tabloide británico The Sun está en lo cierto, Lindsay Lohan tiene la mano muy larga. Al parecer, la Policía británica quiere interrogar a la actriz estadounidense para preguntarle si tiene alguna idea de dónde han ido a parar unas joyas valoradas en 250.000 libras (unos 292.500 euros) que le prestaron para lucir en una sesión fotográfica en Londres, el pasado día 6 de junio, y que nadie ha vuelto a ver. El periódico sensacionalista publicaba ayer que Lohan, de 22 años, lució un collar de diamantes y unos pendientes para unas instantáneas de Elle. Fue precisamente la redacción de esta revista la que se puso en contacto con Scotland Yard al comprobar que las joyas habían desaparecido dos días después de la sesión de fotos. Lohan ya había regresado a Estados Unidos. Los responsables de la firma Dior, que cedieron alegremente las alhajas para las fotos, están furiosos. Según un portavoz policial, «de momento no hay detenidos. Vamos a hablar con varias personas en relación con la investigación».
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