Tras la euforia llega la calma. Tres días de fiesta hacen mella y los jugadores azulinos aparecieron en el primer entrenamiento semanal con algo más de sueño de lo habitual. Los jugadores del Xerez comienzan así a preparar el último partido de Liga del próximo sábado ante el Celta en Balaídos, con las miras puestas en sacar los tres y tratar de alcanzar el campeonato en Segunda División. Sería un gran broche de oro, merecido, en el adiós a la categoría de plata.

A las diez de la mañana Esteban Vigo tenía citados a los componentes de la plantilla, con un plan de trabajo suave y de recuperación. Los protagonistas del ascenso saltaron al césped del Anexo para completar varias vueltas de carrera continua y posteriormente disputaron un partidillo. La ausencia más notable en el entrenamiento fue la de Portela, que no pudo ejercitarse por una gastroenteritis. Por su parte, el canario Aythami y el madrileño Calle entrenaron a menor ritmo que el resto de compañeros y se sometieron a un tratamiento de recuperación específico.

Los futbolistas y el cuerpo técnico regresan esta mañana a los entrenamientos, antes de iniciar otro día intenso de visitas institucionales y celebraciones del primer ascenso del Xerez a Primera División. Y es que Esteban Vigo y los jugadores siguen pensando que el premio que merece el equipo y la afición es el campeonato de la categoría de plata. Para ello, deberán ganar al cuadro gallego y esperar que el Tenerife no se imponga al Castellón en su campo. El entrenador malacitano tratará de concienciar a los suyos, a pesar de que se espera un once totalmente distinto a los anteriores para que el resto de jugadores que han tenido menos minutos también disfruten del adiós a Segunda.

En este sentido Carlos Calvo hablaba ayer al término del entrenamiento de las ganas que tienen por ser primeros, aunque su rostro no escondía que la primera cita con los entrenamientos había sido bastante dura, y no precisamente por la intensidad de la sesión sino por las horas de sueños de todos: «El entrenamiento ha sido tranquilito debido a todas las celebraciones que hemos tenido, yo creo que son merecidas. El cuerpo estaba un poco cansado, pero bueno hay que venir, cumplir y nos queda un partido que vamos a intentar ganarlo para poder dar una imagen adecuada. El sueño ya está hecho, pero si quedamos campeón mucho mejor, es una alegría mayor y es algo bonito. Si no se puede conseguir tampoco va a pasar nada porque es algo secundario ahora». El interior xerecista entiende por otro lado que estén los menos habituales: «Yo no puedo jugar, pero es una lastima porque a los jugadores siempre les gusta estar. Me imagino que jugarán los que menos minutos han tenido esta temporada porque estamos para disfrutar y jugar al fútbol todos».

Brian Sarmiento

Otro de los que ha tenido que ver en el salto del Deportivo a Primera también se ejercitaba ayer con algo más de sueño de la cuenta. Currito comentaba que «todo Rosario ha celebrado el ascenso del Xerez. No me imaginaba esto a principios de temporada. Uno siempre piensa en jugar y después de tantos partidos nos fuimos dando cuenta que podíamos estar en Primera». Él será uno de los que se marche y lo hará con pena: «La verdad que cuando vea al Xerez jugar el primer partido en Primera se me va a caer alguna lágrima. Me gustaría estar aquí para disfrutarlo. Siempre querré volver a Jerez, esta es mi casa».