17.06.09 -
La directora general de Infancia y Familia de la Junta, Carmen Belinchón, admitió ayer que «en estos momentos es posible que el protocolo tenga que ser objeto de una adaptación a una nueva realidad, pero sigue siendo una herramienta útil y demuestra que funciona en innumerables casos».
Belinchón se refiere al protocolo coordinado de la Junta para la atención a víctimas de abusos. Aun así, la responsable andaluza reconoció que la legislación tiene que adaptarse a la realidad dado que el proceso jurídico asistencial resulta perjudicial para los menores. En este sentido, es necesario «rectificar y subsanar la victimización secundaria en los menores».
Por su parte, el presidente de Márgenes y Vínculos, Francisco Mena, se mostró más crítico y aseguró que «el estado de derecho no puede generar un daño irreparable con su intervención». El responsable de la asociación consideró «ilógico» que a un menor agresor se le trate de forma distinta y que una víctima también menor entre en el mismo procedimiento que las demás.
«Los tiempos en los niños son diferentes, no pueden reaccionar como los mayores y hay que tenerlo en cuenta», insistió, por lo que sugirió que cuando los niños declaren lo hagan una sola vez y no tengan que recordar lo sucedido en cada paso.
De la misma forma, dio un toque de atención a los profesionales, a los que recordó que «no sólo basta con cumplir la ley, sino que tienen que tener en cuenta que el que está en frente es un menor de edad».
