Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
reunión del g-20

Los líderes mundiales ajustan sus posiciones en las reuniones bilaterales que preceden a la cumbre

Los actos asistentes a la reunión asisten a la cena ofrecida por Gordon Brown después de ser recibidos por la reina Isabel II

AGENCIAS |
LONDRESActualizado:

Los jefes de Estado y de Gobierno de los países que asisten a la cumbre del G-20 han ajustado sus posiciones en los encuentros bilaterales celebrados en Londres, ciudad que acoge a los representantes del 85% de la economía mundial y a dos tercios de la población del planeta. La jornada ha sido especialmente intensa para el presidente estadounidense, Barack Obama, que ha aprovechado su primera visita a Europa desde que llegó en enero la Casa Blanca para mantener diversos encuentros con mandatarios internacionales.

Obama ha comenzado la jornada con una visita al 10 de Downing Street para entrevistarse con el primer ministro británico, Gordon Brown, el anfitrión de la cumbre del G-20. Tras esta reunión, ha mantenido sendos encuentros con el presidente chino, Hu Jintao, y el presidente ruso, Dmitri Medvédev, citas cargadas de interés geopolítico. De la entrevista entre Obama y Hu ha surgido un acuerdo para aumentar la cooperación económica, con el objetivo de superar la crisis, entre dos países cuyas economías están muy relacionadas entre sí, ya que China es uno de los principales titulares de la deuda que emite EEUU y que puede alcanzar los 1,8 billones de dólares este año.

Más calado estratégico ha tenido la reunión con el presidente ruso, con quien también se ha visto una buena relación en su primera entrevista, de la que ha salido el anuncio de un acuerdo para relanzar las conversaciones entre ambos países sobre las armas nucleares. El acuerdo deberá dar como resultado un nuevo tratado sobre armamento atómico antes de que expire el actual Tratado para la Reducción y Limitación de Armas Ofensivas Estratéticas (START) en diciembre, y nuevas reglas de verificación del desarme.

La admiración de Obama

Obama y su esposa Michelle ha tenido ocasión de conversar con la reina Isabel de Inglaterra hacia la que el presidente estadounidense había manifestado su admiración personal. De hecho en la rueda de prensa conjunta con Brown, el presidente estadounidense ha dicho que una de las cosas que más le gustaba del Reino Unido era la reina Isabel y ha manifestado su interés especial por reunirse con ella.

La reina ha recibido al matrimonio Obama en el palacio de Buckingham en una recepción especial minutos antes de la llegada del resto de los jefes de Estado y de Gobierno que asisten al G-20. Tras este acto, los líderes que asisten a la cita londinense se han reunido en torno a la mesa en una cena ofrecida por el primer ministro británico, Gordon Brown, en su residencia oficial situada en el número 10 de Downing Street.

Francia y Alemania, en sintonía

Otro de los encuentros bilaterales que ha captado el interés mundial ha sido el del presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, que han llegado a Londres con el mensaje común de que es irrenunciable que de esta cumbre del G-20 salga un mandato claro para la reforma del sistema financiero. En la posterior rueda de prensa conjunta, ambos han manifestado que hablarán en la reunión con una sola voz y han insistido en que la reforma de los mercados es más importante en este momento que los nuevos planes de estímulo económico en los que insiste la administración estadounidense y, en menor medida, la británica.

Este encuentro ha reflejado los dos puntos de vista distintos a ambos lados del Atlántico, y ha servido para que alemanes y franceses volvieran a mirar a EEUU a la hora de buscar el origen de esta crisis al afirmar que si la situación ha degenerado en una crisis económica ha sido a causa de unos mercados financieros sin regulación.

Sarkozy venía de París, donde mantuvo otra renión bilateral con el presidente brasileño, Luis Inácio Lula da Silva, quien coincidió con la postura de alemanes y franceses sobre la necesidad de evitar futuras turbulencias con un mayor control del sistema financiero. Lula, la voz de más peso dentro de los jefes de Estado y de Gobierno de los países emergentes, reconoció que en Londres "habrá resistencia" de algunos países para presionar a los gestores de los mercados del dinero, en particular a la hora de combatir las prácticas de los paraísos fiscales.