Alerta máxima en Australia por los fuertes vientos

La alerta máxima vuelve a regir en el sur de Australia, donde las condiciones climatológicas amenazan con agravar los incendios forestales que arden en el sureño Estado australiano de Victoria desde hace más de tres semanas y que ya han causado unos 210 muertos.

Un temporal de viento con rachas de hasta 140 kilómetros por hora y tormentas eléctricas azotarán esta noche la región, dificultando el trabajo de los 3.500 bomberos que luchan contra los ocho frentes que arden en el Estado, cuatro de ellos fuera de control.

Mañana, las temperaturas superarán los treinta grados y los vientos cambiarán de dirección, lo que podría agravar los frentes que se encuentran controlados. Es posible que el incendio de Kilmore-Murrindindi, que arde en un área de 250.000 hectáreas, salte las líneas de contención y amenace de nuevo las localidades de Healsville y Warburton.

Trabajar en equipo para sobrevivir

El portavoz de la Oficina de Meteorología, Mark Williams ha alertado de que "habrá mucho viento los próximos martes y miércoles". "Estamos advirtiendo a la gente de Victoria de que la situación es muy peligrosa y de que sólo sobreviviremos si trabajamos todos juntos", ha señalado el director de los bomberos, Russell Rees.

Las autoridades han vuelto a pedir a los residentes de las áreas afectadas que se mantengan firmes en sus decisiones de abandonar sus hogares o quedarse para defenderlos del fuego. Cambiar de opinión cuando se acerquen las llamas puede ser una decisión letal, a juzgar por los cientos de cadáveres que aparecieron dentro de coches carbonizados el sábado 7 de febrero, ya conocido como el 'Sábado negro'.

Las autoridades decidirán a última hora si cierran de nuevo las escuelas de las zonas más comprometidas y la empresa de telefonía Telstra enviará mensajes de texto a unos dos millones de abonados para informarles de las previsiones meteorológicas.