La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, ha tenido una reunión privada con la emperatriz nipona Michiko. /Afp
de visita en japón

Hillary Clinton exige a Corea del Norte una desnuclearización «completa y verificable»

La secretaria de Estado de EEUU apuesta por una política exterior con más "equilibrio"

TOKIO Actualizado: Guardar
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La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, ha asegurado en Tokio que la nueva política exterior de su país buscará más "equilibrio", al tiempo que ha advertido a Corea del Norte que evite "provocaciones" y acepte su total desnuclearización. La jefa de la diplomacia de Barack Obama ha realizado una visita a Japón, la primera al exterior desde que asumió el cargo, en la que se ha mostrado en sintonía con sus anfitriones nipones y ha reafirmado la importancia que Washington otorga a su primer aliado en Asia.

Clinton no sólo ha calificado a Japón de "piedra angular" de EEUU en Asia Pacífico, sino que ha invitado a su impopular primer ministro, Taro Aso, a ser el primero a visitar la Casa Blanca de Obama y ha evocado las ideas de "armonía y equilibrio" de los templos nipones como guía para la política exterior de su país. "Es una buena idea no sólo para los templos religiosos, sino para el papel de EEUU en el mundo. Debemos crear más equilibrio, más armonía, vamos a acercarnos a nuestros amigos y aliados como hacen nuestros anfitriones en Japón", ha afirmado Clinton tras conocer el templo sintoísta Meiji, uno de los más famosos de Tokio.

Honores de jefe de Estado

Japón ha ofrecido a Clinton honores cercanos a los de un jefe de Estado, con una reunión privada con la emperatriz Michiko, en su calidad de ex primera dama de EEUU, y un encuentro con el primer ministro. Su viaje ha estado cargado de simbolismo y gestos para un país preocupado por la relevancia de China en la escena internacional y se ha visto dominado por la amenaza nuclear norcoreana, aspecto en el que también coincidió con el Gobierno nipón.

"Estamos de acuerdo en que las negociaciones a seis bandas es el marco en el que debemos trabajar juntos para resolver el conflicto norcoreano y ahí debe estudiarse la situación de los secuestrados", ha afirmado Clinton en rueda de prensa antes de reunirse con familiares de japoneses raptados por Corea del Norte en los 70 y los 80.

Ante la posibilidad de que el régimen comunista prepare el lanzamiento de un misil intercontinental, le ha avisado que "no se equivoque" con el Gobierno de Obama, que ofrece "reciprocidad" pero sólo a cambio de una desnuclearización "completa y verificable". "La posibilidad del lanzamiento de un misil del que Corea del Norte está hablando sería de muy poca ayuda para que las negociaciones sigan adelante", ha dicho Hillary Clinton junto al ministro nipón de Exteriores, Hirofumi Nakasone.

Una alianza "fuerte y vibrante"

"La alianza con Japón es fuerte y vibrante", afirmó Clinton después de firmar con Nakasone un acuerdo por el que Japón aportará 6.090 millones de dólares para recolocar 8.000 marines desde la isla japonesa de Okinawa al territorio estadounidense de Guam. Según el ministro Nakasone, al que Hillary Clinton conoció hace 18 años en Washington, Japón y EEUU coinciden además en que China debe adoptar "un papel constructivo" en la escena internacional.

Esta visita supone la reunión de las dos primeras economías del mundo en un momento financiero extremadamente difícil y con dos gobiernos en muy distinta posición: el estadounidense estrenándose con fuerte respaldo y el japonés prácticamente desmoronándose. Aún así, el primer ministro Aso ha recibido de Hillary Clinton la invitación más deseada: será el primer mandatario extranjero en visitar a Obama en la Casa Blanca, el próximo 24 de febrero, signo de "la importancia de las relaciones Japón-EEUU", según Nakasone.

Ello pese a que su ministro de Finanzas y cercano asesor, Shoichi Nakagawa, ha anunciado su dimisión por comparecer el sábado borracho en una rueda de prensa y haya tenido que asumir además que Clinton se reúna también con el líder opositor, Ichiro Ozawa, por si acaso. Japón celebrará este año elecciones generales y la popularidad del actual primer ministro es menor al 10 por ciento.