El presidente electo de EEUU, Barack Obama disfruta junto a su familia de unas vacaciones en Hawaii, antes de tomar posesión el 20 de enero. /Archivo
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Los republicanos planean alejarse de Washington el día en que Barack Obama se convierta en presidente

Algunos miembros del partido planean viajar a Las Vegas, al Caribe o a esquiar el próximo 20 de enero

WASHINGTON Actualizado: Guardar
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Algunos republicanos, muchos de los cuales han ocupado cargos oficiales durante los últimos ocho años, proyectan abandonar Washington en los próximos días, mientras que millones de personas llegan a la ciudad para asistir a la investidura presidencial del demócrata Barack Obama, que se celebrará el 20 de enero.

Según la publicación en Internet politico.com, algunos republicanos han decidido tomar vacaciones coincidiendo con la fecha en que por primera vez un hombre negro se convierta en presidente.

"¡Qué mejor forma de conmemorar la investidura de Obama (y de los millones de fervientes admiradores que estarán en Washington) que salir de la ciudad e ir a la fabulosa Las Vegas!", ha señalado Charlie Spies, abogado republicano y ex asesor de la campaña presidencial de Mitt Romney, en un mensaje electrónico a sus amigos, según recoge el portal. La publicación añade que Spies y su esposa ya han conseguido apoyo de al menos 15 personas para abandonar Washington y celebrar una cena en Las Vegas a la que han bautizado con el nombre de "Investidura en el exilio".

Los republicanos no solo enfrentan la certeza de ser desalojados de la Casa Blanca el 20 de enero sino que también su minoría en el Congreso ha quedado más debilitada tras las elecciones del 4 de noviembre pasado, por lo que muchos prefieren alejarse de esa realidad en una fecha tan señalada para quienes el triunfo electoral de Obama ha sido una "píldora difícil de tragar", según politico.com.

Además de a Las Vegas, muchos irán a esquiar, a gozar del sol del Caribe y algunos han puesto como excusa la necesidad de asistir a algunos de los partidos del campeonato de fútbol americano que están en una etapa decisiva, o la de aislarse en una cabaña de las montañas, señala la publicación.

Vacaciones en enero

Según el portal, la situación ha sido explicada por un alto funcionario del Gobierno del presidente George W. Bush en un correo electrónico. "Me quedo sin trabajo el 20 de enero al mediodía...qué mejor momento para tomar vacaciones. Me gusta esquiar y no veo a toda mi familia desde hace casi un año. Es el mejor momento para ir a esquiar por una semana", dice el mensaje del funcionario. "¿Por qué nos vamos a quedar en esa semana si sabemos que las muchedumbres serán peores que durante los días en que florecen los cerezos o durante el Día del Recuerdo?", ha preguntado el asesor.

Greg Crist, un agente de intereses republicanos, ha aceptado que se diera a conocer su nombre cuando la publicación en Internet le ha consultado sobre sus planes para los días de la investidura. "Estaré pensando, en algún lugar remoto, en qué futuro le espera a los republicanos", ha indicado.

Mientras que Kevin Sheridan, un portavoz del presidente Bush durante su segunda investidura en 2005, ha dicho que estará tomando el sol en alguna playa del Caribe durante la semana del 20 de enero, cuando las temperaturas en Washington están por debajo del punto de congelación. "La investidura de Barack Obama será un gran momento para nuestro país y los organizadores tienen que realizar una gran hazaña logística. Creo que dejo un espacio para que mis amigos demócratas disfruten más de cerca el momento", ha manifestado.

Fiesta republicana en Washington

Ryan Papmintra, secretario de prensa del senador republicano Jon Kyl, tiene la mejor excusa de todas. "No solo me caso en Tampa una semana antes de la investidura sino que estaré al otro lado del mundo cuando nuestro presidente preste el juramento... ojalá bebiendo agua de coco en una de las playas de Phuket, Tailandia".

Pero también hay algunos que han decidido poner al mal tiempo buena cara y se quedarán en Washington pese a los anuncios de que la ciudad será invadida por millones de felices demócratas, y que los problemas de tráfico podrían ser caóticos.

"Me quedaré aquí. Iré a los actos y me preocuparé por nuestros clientes", ha dicho la agente (lobbyist) Juleanna Glover, quien también organiza una fiesta para republicanos y demócratas el 20 de enero. "No tiene ningún sentido que me vaya de la ciudad", ha indicado.