Los 'dioses del Olimpo' chino
En esta edición número 29, el podio de las deidades olímpicas está presidido por el ‘tiburón blanco’, Michael Phelps; situaríamos segundo al ‘relámpago’ Usain Bolt, y como bronce al jovencísimo Rafa Nadal
MADRIDActualizado:Los protagonistas de unos Juegos Olímpicos tienen nombres propios, los de cientos de atletas del más alto nivel, los mejores del mundo en cada modalidad, que se dan cita cada cuatro años. Entre ellos se esconden los 'dioses del Olimpo', los deportistas que sobrepasan lo humano y se coronan en cada cita como reyes de las Olimpiadas.
En esta vigésimo novena edición, el podio de los dioses olímpicos está presidido por el ‘tiburón blanco’, Michael Phelps; en el segundo cajón, el ‘relámpago’ Usain Bolt; y el bronce, para un jovencísimo Rafa Nadal que ha hecho historia en Pekín a sus 22 años. Nadal y Phelps, curiosidades de la vida y de la mercadotecnia también, se van de la capital china con el título de los deportistas más mediáticos de esta XXIX competición olímpica.
Para rey de reyes, el estadounidense Michael Phelps, que ha conseguido todas sus metas. Hace cuatro años llegó a Atenas con la intención de desbancar a su compatriota, Mark Spitz, imbatible desde 1972 con sus siete medallas de oro; se quedó en seis, un registro alucinante. En vez de decaer, en Pekín 2008 ha mejorado: ocho oros y los récords del mundo de varias modalidadades acuáticas eran el reto, que ha superado.
En la capital griega lo intentó. Dominó seis disciplinas y se alzó con tres bronces. En Pekín lo consiguió, quién sabe si los dioses tuvieron algo que ver o si fue el número de la suerte chino que le sonrió, pero el ‘tiburón blanco’ ha conseguido un registro de locos.
Volando voy
Del ‘Cubo de Agua’, recinto para los deportes acuáticos en el que ha imperado Phelps, hay que trasladarse al estadio ‘Nido de Pájaro’, donde ha volado el velocista jamaicano Usain Bolt. En la eliminatoria de los 100 metros masculinos ya se impuso, sin ninguna dificultad, avanzando lo que después sentenció en la final. Nueve segundos y sesenta y nueve centésimas de infarto. Un relámpago atravesó el estadio olímpico chino, pulverizando el récord del mundo y alzándose con el oro y con el título del rey de la velocidad.
Lo más sorprendente, su actitud: un campeón que apenas mostró signos de esfuerzo, como si corriese por inercia, con una zapatilla desatada y con los brazos abiertos en contra del viento. Así cruzó la meta el increíble Bolt. Días después repitió la hazaña en los 200 metros y también en los relevos, acompañado de un Asaffa Powell que vio cómo su compatriota le relegaba al diploma olímpico en todas las demás disciplinas.
Españoles entre los más grandes
El tercer cajón del podio puede ser para dos hombres procedentes de las Islas Balears: Rafa Nadal o, en parecida medida, Joan Llaneras. Vamos a elegir al primero, porque a su edad casi insultante apenas le quedan retos por delante en su especialidad deportiva. El tenista mallorquín no sólo ha hecho vibrar a los españoles que han permanecido pegados a los televisores, sino que también ha recibido el reconocimiento de los grandes de la historia. Manolo Santana confesó estar maravillado con el papel del español, incluso Phelps elogió la figura del tenista.
Nadal ha conseguido el primer oro en el tenis olímpico para España a sus 22 años, en la víspera de convertirse en el número 1 del mundo, puesto que ha arrebatado a su principal rival, Roger Federer. Los más grandes del mundo se han rendido a sus pies, pero no sólo por su calidad como deportista, sino también como persona.
Y qué decir del 'pistard' Llaneras, definido por sus compañeros de especialidad como el más brillante estratega de los velódromos, que se ha retirado muy cerca de los 40 años reconquistando en Pekín el oro que obtuvo en la prueba de puntuación en Sidney 2000 (fue plata en Atenas 2004), y dándose el gustazo de despedir su carrera profesional con un postre de lujo: la plata en la prueba de dúos 'madison', en compañía de Toni Tauler.
Llaneras se ha convertido así en el más laureado de los deportistas olímpicos españoles de la historia, cuatro medallas, igual que David Cal y Arantxa Sánchez Vicario, pero por delante gracias a su calibre: dos oros y dos platas. Nadal tiene tiempo de alcanzarle; suceda o no, no hay duda de que en los pedestales del Olimpo figuran ambos por derecho propio.