La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, conversa con el que hasta ahora era su consejero de Transportes, Manuel Lamela, tras el acto en el que tomaron posesión los nuevos consejeros del Ejecutivo madrileño. /EFE
prescinde de los afines a Rajoy

Aguirre achaca a «la crisis económica» la remodelación por sorpresa de su Gobierno

Dos de ellos, Manuel Lamela y Alfredo Prada, entraron a formar parte del Comité Ejecutivo Nacional en el Congreso Nacional del PP en Valencia

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La crisis económica afecta a todos los españoles, sino que se lo digan a Esperanza Aguirre, quien, según sus palabras, se ha visto obligada a remodelar su Gobierno regional, apenas un año después de haber formado su segundo Ejecutivo al frente de la Comunidad de Madrid, para poder "ahorrar" en las arcas. Tras el acto de toma de posesión de los nuevos consejeros, la presidenta ha explicado que la decisión la ha tomado "para afrontar la difícil situación que atraviesa el país".

La reducción de los consejeros; salen cinco y tan sólon entran dos, es una medida para "ahorrar, agilizar y adelgazar la administración dentro del plan de austeridad que se ha marcado la Comunidad de Madrid", según ha asegurado Aguirre, que también ha anunciado que congelará los sueldos de sus altos cargos durante los dos próximos años.

Los dos consejeros que se incorporan al Gobierno regional, Antonio Beteta y José Ignacio Echeverría, han tomado posesión de sus cargos en Economía y Hacienda y en Transportes e Infraestructuras, respectivamente, en el contexto de una remodelación que incluye la supresión de tres consejerías y la salida de la misma de dos consejeros, Manuel Lamela y Alfredo Prada, próximos al reelegido presidente del PP, Mariano Rajoy.

Tras la polémica creada a este respecto, Lamela ha negado que su salida del Gobierno regional tenga que ver con su apoyo directo a Mariano Rajoy, y ha reiterado su agradecimiento a la presidenta quien, según fuentes populares, le ha ofrecido un puesto en el Consejo de Administración de Caja Madrid. En la misma línea se encuentra Prada, ausente en la toma de posesión. Los otros consejeros salientes son el de Economía e Innovación Tecnológica, Fernando Merry del Val, la consejera de Familia y Asuntos Sociales, Vader Gador Ongil y la consejera de Medio Ambiente y Ordenación del territorio, Beatriz Elorriaga.

Beteta y Echevarría, en el nuevo Gobierno

Entran en el nuevo Gobierno de Madrid Antonio Beteta, hasta ahora portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, que será consejero de Economía y Hacienda, y José Ignacio Echeverría, que se convertirá en el nuevo consejero de Transportes e Infraestructuras.

Las dos vicepresidencias han sido reducidas a una al desaparecer la que regentaba Prada y se fusionarán las consejerías de Economía y Hacienda que pasan a ser una al cargo de Beteta. También lo han hecho Vivienda, y Ordenación del territorio y Medio Ambiente para ser una al cargo de Ana Isabel Mariño, hasta ahora consejera de Vivienda.

La Consejería de Familia y Asuntos Sociales, gestionada hasta el momento por Gadel Ogil, pasará a desempeñarla la ex consejera de Hacienda, Engracia Hidalgo. La de Transportes, a cargo hasta ahora de Manuel Lamela, la ocupará el nuevo consejero, José Ignacio Echevarría, mientras que la de Justicia, que deja libre Alfredo Prada, queda encomendada al consejero de Presidencia e Interior, Francisco Granados.

Lamela y Prada, dos hombres próximos a Rajoy

De esta forma, Manuel Lamela, una de las grandes apuestas de Aguirre la legislatura pasada, dice adiós al Gobierno madrileño después de haber dado su público respaldo a Mariano Rajoy en los días previos al XVI Congreso del PP, que se celebró el pasado fin de semana en Valencia.

Lamela, considerado un hombre próximo a Rajoy y con el que trabajó conjuntamente durante los Gobiernos de Aznar, gestionando las crisis de 'las vacas locas' y el naufragio del Prestige, sonó incluso como secretario general del PP, aunque finalmente únicamente ocupó un puesto en la Junta Directiva del PP que el Congreso popular aprobó en Valencia. Estrecho colaborador de Aguirre, asumió la responsabilidad de la cartera de Sanidad, donde sufrió el escándalo de las sedaciones irregulares en el Hospital Severo Ochoa.

Por su parte, Alfredo Prada, vicepresidente segundo y consejero de Justicia, entró en la Ejecutiva Nacional como vocal a propuesta de Rajoy. Durante las conversaciones que mantuvo Esperanza Aguirre con el presidente del PP, la líder madrileña propuso que el cupo del PP de Madrid en la dirección nacional estuviese formado por sus dos hombres de máxima confianza, Ignacio González, vicepresidente de la Comunidad de Madrid, y el consejero de Presidencia e Interior, Francisco Granados, así como el consejero de Sanidad, Juan José Güemes.

Sin embargo, Rajoy se opuso a que tanto Ignacio González como Francisco Granados entrasen en la Ejecutiva Nacional del partido y apostó, en cambio, por Alfredo Prada.