Un cartel gigante que anuncia que las elecciones en Zimbabue fueron "robadas", preside la principal carretera qdel país. /EFE
aún se desconocen los resultados electorales

La oposición de Zimbabue no participará en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales

El presidente Mugabe y el candidato opositor Tsvangirai confirman su asistencia a la cumbre extraordinaria de líderes africanos que debe realizarse el sábado en Zambia para tratar la crisis política en su país

JOHANNESBURGO / HARARE Actualizado: Guardar
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La oposición política de Zimbabue ha calificado de "Golpe de Estado constitucional" la situación en el país, donde once días después de los comicios presidenciales las autoridades electorales no han divulgado los resultados, y ha asegurado que no están dadas las condiciones para una eventual segunda ronda.

"No aceptaremos un escenario como éste, que nos lleva a una segunda vuelta", ha dicho en rueda de prensa en Johannesburgo el secretario general del opositor Movimiento para el Cambio Democrático (MDC), Tendai Biti. Además, ha exigido la publicación inmediata de los resultados de la elección presidencial y el pronunciamiento de la Justicia sobre el recurso que por este motivo interpuso.

"Es inaceptable que 300 horas después de las elecciones todavía no se hayan anunciado los resultados; Esto está creando ansiedad y angustia entre la población", ha dicho Biti, quien ha lamentado que a sus representantes no se les permita acceder a las instalaciones de la Comisión Electoral para vigilar el proceso de verificación de votos.

Una segunda vuelta "innecesaria"

El MDC sostiene que, de acuerdo con los datos de las actas de votación exhibidas a la puerta de los colegios electorales, su candidato presidencial, Morgan Tsvangirai, obtuvo el 50,3% de los votos, con lo que habría ganado los comicios. Mientras que el presidente Mugabe, en el poder desde 1980, habría obtenido un 43,8% de los sufragios, unos datos que, según el MDC, hacen innecesaria una segunda ronda, como está sugiriendo el Gobierno de Harare.

En caso de confirmarse una eventual segunda ronda, la oposición considera que esto exacerbaría a la población y se desarrollaría en un esquema de violencia montado por el régimen de Mugabe para asegurarse la victoria ya que, según sus datos, éste ya ha desplegado a ex milicianos y a las Fuerzas Armadas para preparar una ola de violencia contra militantes de la oposición, parecida a la del referéndum constitucional de 2000 y las elecciones de 2002.

Sin embargo, el partido de la oposición no ha querido aclarar si, en caso de ser convocada boicotearía la segunda ronda. " Zimbabue ahora no es capaz de ofrecer un escenario para unas elecciones libres y justas", se ha limitado a decir.

Los líderes africanos tratarán la crisis

El anuncio se realiza el mismo día que el presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, y el candidato opositor en las presidenciales, Morgan Tsvangirai, han confirmado su asistencia a la cumbre extraordinaria de líderes de África Austral que debe realizarse el sábado en Zambia para tratar la crisis política en su país.

"Si Zambia confirma la reunión de la SADC (Comunidad de Desarrollo de África Austral), el presidente Mugabe sin duda estará presente", ha dicho el portavoz gubernamental de Mugabe en Harare, Bright Matonga, quien, además, ha precisado que "la SADC está sometida a grandes presiones internacionales respecto a las elecciones zimbabuenses y tiene que estar al corriente de lo que pasa".

El presidente de Zambia, Levy Mwanawasa, que preside la SADC, convocó a sus vecinos a una reunión cumbre el sábado para "debatir la manera de ayudar al pueblo zimbabuense" que aún espera con ansiedad los resultados de las elecciones presidenciales del 29 de marzo, en un contexto en el cual el gobierno y la oposición se acusan mutuamente de sembrar el caos.

La oposición zimbabuense acudirá a la cumbre con la esperanza de que su reclamación sea escuchada y que los dirigentes africanos pidan a Mugabe que se retire. Si bien, es consciente de que éstos han evitadi siempre criticar abiertamente al régimen del presidente de Zimababue, tras 28 años en el poder y múltiples violaciones de los derechos humanos.