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El presunto etarra Igor Portu afirma que fue golpeado pese a no oponer resistencia en su detención
El juez Fernando Grande-Marlaska envia a prisión al etarra Martín Sarasola acusado, entre otros delitos, de ser el autor del atentado en la Terminal 4 de Barajas
SAN SEBASTIÁN Actualizado: GuardarEl auto dictado hoy por el juez Fernando Grande-Marlaska en el que envía a prisión al presunto etarra Martín Sarasola recoge las "discrepancias" de este miembro de la organización con su compañero de 'comando' Igor Portu en sus respectivos relatos sobre las supuestas torturas por parte de la Guardia Civil que ambos han denunciado.
Según el auto, Portu testificó ante Grande Marlaska que fue trasladado a un paraje en el que escuchó un disparo que entendió como "una simulación de la ejecución" de Sarasola, mientras que éste refirió al juez que "le colocaron una pistola en la sien pero que no le dispararon".
Portu y Sarasola, que han permanecido incomunicados desde su detención el pasado domingo, coincidieron no obstante en señalar que "no se opusieron a la detención, que aún cuando en el lugar de la detención había varios 'Patrol' de la Guardia Civil, no existía un control señalizado como tal y que antes de ser llevado a los calabozos fueron trasladados a una pista forestal donde les golpearon".
En este punto, el juez destaca en su resolución que Portu también refirió su traslado a "un paraje de estas características" en el momento posterior a su arresto.
Grande-Marlaska, que no entra a valorar "el alcance de los hechos denunciados por los imputados al corresponder a otro órgano judicial", elogia también la "ingente y encomiable" labor realizada por la Guardia Civil, ya que, según argumenta, la localización en Lesaka (Navarra) y Nocito (Huesca) de los zulos donde los presuntos etarras almacenaban explosivos no se produjo por su declaración.
El presunto etarra Igor Portu, detenido el pasado día 6 en Mondragón (Guipúzcoa), ha declarado, ante el juez que instruye las diligencias previas por las lesiones sufridas en su arresto, que no opuso resistencia y que fue golpeado por agentes de la Guardia Civil desde que fue detenido hasta que lo llevaron a Lesaka para los registros.
Los agentes que efectuaron la detención han explicado, sin embargo, que los presuntos etarras mostraron su DNI sin oponer resistencia pero que, al ser conminados a enseñar el contenido de su bolsa, echaron a correr y fueron seguidos por cuatro efectivos, que necesitaron emplear la fuerza para reducirles, medida que fue inmediatamente comunicada al juez de guardia de la Audiencia Nacional, Juan del Olmo. La versión policial ha sido plenamente respaldada por el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Portu, que fue detenido junto al presunto etarra Martín Sarasola, ha permanecido cuatro días internado en el Hospital Donostia, primero en la UVI y después en una habitación, tras sufrir la rotura de una costilla, numerosas contusiones, derrame pleural y un importante enfisema subcutáneo en el tórax, además de hematomas en el ojo izquierdo y en rodillas y tobillos.
El colectivo contra la tortura TAT ha entregado una copia del testimonio que Portu hizo ante el titular del Juzgado de Instrucción número 1 de San Sebastián el pasado martes en el hospital, donde fue ingresado en la madrugada del lunes. Hoy ha sido trasladado a la cárcel donostiarra de Martutene después de que el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska ordenara ayer prisión incondicional para él.
Se le imputa un delito de integración en organización terrorista, otro de tenencia de armas y explosivos, y dos de asesinato por los dos jóvenes ecuatorianos que fallecieron en el atentado de la T-4 del aeropuerto de Barajas el 30 de diciembre de 2006. Asímismo se le acuso también de dos delitos de estragos, uno por la explosión de Barajas y otro por la autocaravana que los terroristas hicieron estallar en un descampado de Castellón cuando se vieron vigilados por la Guardia Civil el pasado 26 de agosto.
El relato de Portu
El relato de Portu sitúa su detención y la de Sarasola alrededor de las once de la mañana junto a una escuela y unas viviendas de Arrasate, Guipúzcoa, donde había "3 ó 4 Patrol" de la Guardia Civil. Después de pedirle el DNI y registrarle -no hace referencia a los dos revólveres que les intervinieron-, dice que pasó a la parte trasera de uno de los vehículos, entre dos agentes, y que "empezaron a darle puñetazos y tortazos, en especial el que iba de copiloto", según el testimonio recogido por la secretaria judicial.
Portu señala que fue llevado por un camino hasta un río, a uno o dos kilómetros de Arrasate, "a una especie de puerto", donde también vio al otro detenido, al que llevaron por una pendiente abajo, donde posteriormente le condujeron a él. Allí, según ha declarado, "siguieron pegándole y amenazándole con matarle" y que en un momento oyó un disparo "y pensó que era una simulación de ejecución".
El presunto etarra explica que le siguieron pegando y le metieron la cabeza en el río hasta que se le cortaba la respiración, lo que repitieron dos o tres veces. Dice que el trayecto desde ese lugar a lo que el presunto miembro de ETA cree que era el cuartel de Intxaurrondo lo hizo encapuchado y que recibió "golpes muy fuertes en las costillas y en el pecho". Portu asegura que también sufrió malos tratos en el calabozo, donde "le hicieron hacer flexiones y le pegaron en el pecho y las costillas".
"Hubo un rato, justo antes de llevarle a Lesaka, que entraron muy fuerte, incesantemente, con preguntas... no lo puede precisar", ha declarado el presunto etarra, que asegura que cuando los detuvieron "no había ningún control ni echaron a correr".
Declaración de un presunto testigo
Los portavoces del TAT, que han dicho que la versión oficial "no tiene ni pies ni cabeza", han señalado que el testimonio de Portu coincide con el de una persona que dice haber presenciado la detención y que, en una comparecencia ante el Juzgado de Instrucción número 1 de Bergara, ha afirmado que no fue violenta.
Esta persona, que se dirigió al Juzgado de Bergara porque en el de Instrucción 1 de San Sebastián rehusaron tomarle declaración, ha explicado al juez que él se encontraba frente a la ikastola de Arrasate cuando llegaron cinco "Patrol" de la Guardia Civil y se dirigieron "directamente" hacia "dos montañeros" que bajaban de un monte.
Dice que a él también le pidieron que se identificara y que, entre las 10.00 y las 10.30 horas, vio cómo registraban las mochilas de los dos detenidos, les colocaban "los grilletes" y les metían en el coche, tras lo cual le devolvieron el carné a él y le dijeron que se fuera.