En la imagen, el gran despliegue policial efectuado por el Gobierno francés para evitar una nueva noche de disturbios. /REUTERS
gran despliegue policial

Sarkozy combina firmeza y conciliación para atajar los disturbios en Francia

El presidente francés aprovecha la calma precaria para reconducir la crisis en los suburbios

PARÍS Actualizado: Guardar
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La noche ha empezado con una calma relativa en Villiers-le-Bel y localidades vecinas al norte de París, donde aún se mantiene el despliegue excepcional de fuerzas del orden que permitió evitar la víspera una tercera noche de actos violentos.

Hacia las 21.00 GMT, la situación estaba "relativamente tranquila" con una "pequeña decena" de incendios de coches y otros, no cuantificados, de cubos de basura, según la Prefectura del departamento de Val d'Oise.

Además, no se han producido enfrentamientos directos entre bandas de jóvenes y policías, contrariamente a las dos primeras noches de la semana, en las que más de 120 agentes resultaron heridos, varios de ellos por disparos de fusiles de caza, aunque sí se han efectuado cinco arrestos.

Los disturbios empezaron el pasado domingo por la noche y el detonante fue la muerte de dos muchachos de Villiers-le-Bel que circulaban sin casco en moto, a gran velocidad, y que en un cruce colisionaron con un coche patrulla de la Policía.

Después de dos noches consecutivas de graves actos de violencia, incluido el uso de armas de fuego por parte de los jóvenes contra la Policía, un hecho sin precedentes en este tipo de disturbios, el Gobierno desplegó ayer unos mil efectivos, mientras helicópteros equipados con potentes focos sobrevolaban la localidad. Se trató de una fuerza lo suficientemente disuasoria como para hacer bajar mucho ayer la intensidad y el número de incidentes.

Despliegue excepcional de fectivos y medios

El primer ministro francés, François Fillon, ha asegurado hoy que ese despliegue excepcional seguirá mientras haga falta. Con ello, las autoridades esperan evitar así un nuevo estallido de violencia, como el que se registró durante tres semanas en cientos de barrios conflictivos del país en 2005, pero que esta vez podía ser peor, ya que los alborotadores disparan con armas de fuego contra la Policía.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, que ha regresado hoy a París tras una visita oficial a China, ha asegurado que los que disparan contra los policías serán encontrados y juzgados por el Tribunal de lo Criminal por intento de asesinato.

A primera hora, el jefe de Estado ha visitado a los agentes heridos antes de presidir una reunión sobre seguridad con el primer ministro y otros miembros del Gobierno conservador. Sarkozy ha asegurado que los que disparan con armas de fuego contra policías afrontarán el tribunal de lo Criminal.

"Encontraremos a los tiradores. Pondremos los medios necesarios", ha dicho, y ha recalcado que el uso de armas de fuego contra policías es "absolutamente inaceptable" y supone un "intento de asesinato".

Apertura de instrucción judicial

El presidente ha recibido a las familias de los dos muchachos y les ha anunciado, como deseaban, la apertura de una instrucción judicial sobre las circunstancias del drama.

"Una decisión justa que celebramos", porque "permitirá a los padres de las víctimas y a sus abogados participar activamente en el conocimiento de la verdad", y es "un gesto de apaciguamiento" que "deseamos sea comprendido en todas partes para que vuelvan la paz, la calma y la tranquilidad", ha dicho un letrado de las familias.

Una marcha silenciosa y una oración fúnebre tendrán lugar mañana en Villiers-le-Bel en recuerdo de Moushin, de 15 años, y otra el viernes en memoria de Lakami, de 16, ambos musulmanes y que serán enterrados en los respectivos países de origen de sus padres, Marruecos y Senegal.