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La presidenta del TC pide que se acabe con la «espiral de cuestionamiento» del tribunal
Emilia Casas asegura que, "pese a los intentos de desestabilización intolerables", el tribunal "saldrá fortalecido".
PAMPLONA Actualizado: GuardarLa presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, ha manifestado hoy abiertamente su preocupación por el "momento delicado" que atraviesa la institución que encabeza y el temor a que se deteriore la imagen pública de este órgano judicial. A su juicio las declaraciones vertidas desde ámbitos políticos y mediáticos son "verdaderamente irresponsables".
Tras destacar que la institución que preside es "un órgano esencial en nuestro sistema democrático", Casas ha subrayado que "la suerte del Tribunal Constitucional es la suerte de la Constitución" y ha exigido en consecuencia que se acabe con la actual "espiral de cuestionamiento" de un tribunal que "ejerce su tarea y la seguirá ejerciendo de manera impecable".
La presidenta no ha querido pronunciarse sobre la recusación de magistrados del alto tribunal y ha asegurado que, aunque la institución atraviesa "momentos de dificultades o turbulencias", y "pese a los intentos de desestabilización intolerables", el tribunal "saldrá fortalecido".
Por este motivo, ha opinado durante una intervención institucional en Navarra, que es "esencial" estimular una cultura constitucional en la que "todos debamos respeto y confianza a la Constitución, a las instituciones por ella creadas y desde luego a su intérprete supremo", el Tribunal Constitucional , así como a sus decisiones, "dictadas en ejercicio de su independencia y su autoridad".
Casas ha subrayado que ningún tribunal, "y desde luego tampoco el que yo presido", puede pretender "quedar al resguardo de la crítica cuando sea procedente", por parte de la opinión pública, la clase política o la comunidad de juristas. Sin embargo, ha afirmado que el Tribunal Constitucional "necesita en todo momento de la cooperación y del respeto de los demás, de los poderes públicos y de los ciudadanos".
El Tribunal Constitucional , ha aseverado Casas, no puede ser objeto de un "permanente y sistemático cuestionamiento", ya que, "sin el respeto a las instituciones, basado a su vez en la confianza y lealtad a la Constitución, no es posible el correcto funcionamiento de los órganos constitucionales, que a su vez son los garantes de nuestra democracia".