Imagen de archivo de la policía militar birmana durante las últimas manifestaciones en el país./ ARCHIVO
marcha en las calles de pakkoku

Los monjes desafían de nuevo a la Junta Militar de Birmana

Los bonzos vuelven a las calles tras un mes de represión y diplomacia para calmar los ánimos en el país

RANGÚN /PAPOKU Actualizado: Guardar
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Cerca de un centenar de monjes budistas han desafiado a la Junta Militar de Birmania (Myanmar) con la primera marcha por las calles desde que hace un mes las fuerzas de seguridad aplastaron las manifestaciones antigubernamentales.

La marcha ha tenido lugar en la ciudad de Pakkoku, donde a principios de septiembre los monjes que exigían al Gobierno una disculpa por el maltrato de religiosos a manos de soldados, se pusieron al frente de las protestas organizadas por el movimiento político Generación 88 en respuesta a la subida de los precios de los combustibles.

Durante una hora, los monjes han marchado de forma pacífica por las principales calles de Pakkoku, a unos 550 kilómetros al noroeste de Rangún, al mismo tiempo que entonaban salmos budistas, según han relatado los testigos a Radio Mizzima.

En declaraciones a la emisora de la disidencia, uno de los monjes que ha participado en la marcha, y que ha preferido ocultar su identidad por temor a las represalias, ha asegurado que con esa acción se ha pretendido reanudar las manifestaciones contra la Junta Militar.

Sin actuación policial

Los bonzos, que según algunos testigos superaban el centenar, han partido de la pagoda de Shwegu, y han desfilado por la ciudad durante casi una hora sin que aparentemente la Policía haya actuado para impedir la marcha, tal y como hiciera el pasado septiembre.

La tenacidad y obstinación de los monjes alentaron entonces a la debilitada oposición política y a cientos de miles de birmanos de a pie, a unirse a las marchas pacíficas que durante casi una semana tuvieron lugar en Rangún y otras mayores ciudades del país.

El movimiento clandestino Generación 88, uno de los principales objetivos de la amplia operación policial emprendida por la Junta Militar, ha anunciado está semana que los activistas que eludieron ser capturados preparaban nuevas movilizaciones antes del regreso al país del enviado especial de Naciones Unidas para Birmania, Ibrahim Gambari.

Las ONU volverá a Birmania

Tras una gira de unas dos semanas por Asia para recabar apoyo a la iniciativa de la ONU de mediar entre la Junta Militar y la líder opositora Aung San Suu Kyi, tiene previsto viajar de nuevo a Birmania el próximo 3 de noviembre, en vez de a mediados de mes como en principio se había fijado, para intentar conseguir la reconciliación entre la Junta y las fuerzas democráticas.

Desde de que las fuerzas de seguridad acallaron a tiros y a golpes las manifestaciones pacíficas del pasado septiembre, los monasterios son vigilados e inspeccionados regularmente y la Policía restringe la salida de los monjes a la calle, según diferentes versiones de residentes en Rangún.

Liberados siete activistas

Por otro lado, la Junta Militar birmana liberó anoche a siete miembros de la Liga Nacional para la Democracia (LND), partido de la líder disidente Suu Kyi, que llevaban bajo custodia tras la represión de las protestas, según ha anunciado la formación política.

Las siete personas permanecían retenidas en la prisión Insein, en Rangún, según un portavoz del partido. Entre ellos se encontraban el portavoz de la LND, Myint Thein, además de otros seis miembros, identificados como Han Zaw, Lei Lei, Ko Bala, Cin Shin Htan, Htaung Ko Htan y Win Naing.

"Todas estas personas fueron arrestadas innecesariamente y pedimos la inmediata e incondicional liberación de todos aquellos que fueron detenidos de forma arbitraria", ha declarado un portavoz del partido, Han Tha, que ha añadido que,al menos, 150 miembros del partido, de los 300 que fueron detenidos tras las manifestaciones, permanecen todavía bajo custodia gubernamental.