El enviado especial de la ONU regresa a Birmania para negociar con el régimen
Las autoridades militares restablecen el acceso a Internet en Rangún y recortan cuatro horas el toque de queda nocturno
RANGÚN Actualizado: GuardarEl representante de Naciones Unidas en Birmania, Ibrahim Gambari, volverá a Asia hoy para reunirse con ciudadanos birmanos y ayudarles con la crisis por la que atraviesa el país, aumentada debido a las medidas aplicadas por el régimen.
Gambari se dirigirá en un principio a Bangkok para reunirse el lunes con los líderes tailandeses. Posteriormente viajará a Malasia, Indonesia, India, China y Japón antes de regresar a Birmania para obligar a la Junta a negociar con la oposición pro-democrática. El representante de la ONU ya había mantenido reuniones a principios de este mes con los dirigentes birmanos.
Por su parte, los ministros de Asuntos Exteriores de la UE estudiarán mañana en Luxemburgo la posibilidad de reforzar sus sanciones contra la Junta Militar de Birmania, aunque sin que esté seguro llegar a un acuerdo, debido a los distintos puntos de vista sobre la conveniencia de dar más tiempo al enviado de la ONU en su papel de mediador o sobre el ámbito que deben abarcar las nuevas medidas.
Restablecido el acceso a Internet
Las autoridades militares han restablecido el acceso a Internet en Rangún, la antigua capital, al tiempo que han recortado cuatro horas el toque de queda nocturno, aunque siguen prohibidas las asambleas públicas de más de cinco personas, según los medios tailandeses.
Sin embargo, y según denunció Amnistía Internacional el sábado, la Junta Militar continúa arrestando a líderes de las protestas. La organización humanitaria denunció la detención de dos hombres y una mujer, miembros del Grupo de la Generación de Estudiantes del 88, formado por ex líderes estudiantiles que apoyaron las manifestaciones en favor de la democracia en 1988, que se saldaron con la muerte de unas 3.000 personas.
Los medios culpan al fotógrafo japonés de su muerte
Los medios oficiales birmanos han responsabilizado hoy de su propia muerte al fotógrafo japonés Kenji Nagai, fallecido en los primeros días de la represión birmana, al afirmar en sus editoriales que el reportero gráfico "incitó al peligro" al participar en las protestas pro democráticas en Rangún, disueltas por el Ejército birmano mediante el uso de fuerza letal.
Nagai, que trabajaba para la agencia de noticias japonesa APF, murió durante la contraofensiva militar de los días 26 y 27 de septiembre. Su muerte fue registrada por un videoaficionado. En las imágenes se puede apreciar como Nagai cae al suelo junto a un soldado birmano que le apuntaba con un arma. La escena, divulgada por los medios de comunicación internacionales, se convirtió en símbolo de la fuerte represión con la que la Junta Militar de Gobierno disolvió las protestas encabezadas por los monjes budistas contra la subida de los precios del combustible y a favor de las libertades democráticas.
Sin embargo, para el editorial del diario portavoz de la Junta Militar, el New Light of Myanmar, la muerte de Nagai "fue un accidente", ya que "el periodista japonés se encontraba entre los manifestantes que incitaban al peligro". Afirma además que entró en el país con visado de turista, lo que fue un error por su parte, ya que era periodista. "Si se hubiera comportado como un turista, no hubiera conocido este trágico final", concluye el texto.