Raikkonen se lleva el campeonato ante la impotencia de McLaren
Hamilton, segundo, y Alonso, tercero, se quedan a las puertas tras una temporada marcada por la rivalidad en la escudería británica
SAO PAULOActualizado:Sorpresas y emoción en el decisivo Gran Premio de Brasil. Los Ferrari han exhibido su poderío y la carrera se la ha llevado el finlandés Raikkonen. El tercer puesto de Alonso y el séptimo de Hamilton le han dado el título. Año redondo para Ferrari, que tras la sanción de McLaren ha conseguido también el mundial de constructores.
Hamilton era el que más fácil lo tenía. Alonso, difícil y Raikkonen muy difícil. Al final ha sido el finlandés el que se ha impuesto. Los Ferrari han dominado la carrera desde principio a fin y los McLaren no han tenido opciones desde que en la primera vuelta Hamilton cometiera un error, perdiera posiciones y lo completara con algunos problemas mécanicos.
Alonso se convirtió en ese momento en favorito, tras superar a su compañero de equipo en la primera vuelta. Pero no contaba con la férrea resistencia de los Ferrari, a los que ha podido superar. Ha marchado mucho más lento durante toda la prueba en el circuito de Interlagos.
El dos veces subcampeón mundial lo ha conseguido a la tercera. Es su primer título mundial y ha llegado en la última prueba. Raikkonen se ha impuesto en el circuito de Interlagos por delante de su compañero de equipo, el brasileño Felipe Massa, que había desde la 'pole' y al que superó en el segundo de los repostajes tras una brillante acción estratégica de su equipo.
Hamilton lo tenía todo a su favor
Alonso, que en diversas fases llegó a colocarse como campeón virtual, ha acabado en el tercer puesto final de la carrera, muy alejado de los dos coches de Ferrari, dominadores absolutos del último capítulo de la temporada. El español ha acabado el campeonato en la tercera plaza final, con los mismos puntos que Hamilton.
El británico, que lo tenía todo a su favor para lograr el título, cavó su tumba en la salida y antes de completarse la primera vuelta. En la arrancada fue rebasado por Alonso, que se jugó tipo sabedor que nada tenía que perder, y al intentar recuperar su posición se pasó de frenada y se salió de la pista para caer al pozo, en la decimoctava plaza.
Además, Hamilton experimentó luego un problema mecánico que estuvo a punto incluso de dejarle fuera de la carrera. Consiguió recuperarse, pero cedió de golpe alrededor de cuarenta segundos y prácticamente todas sus opciones.
El ingles consiguió acabar en la séptima plaza tras remontar numerosas plazas y merced también a los numerosos abandonos que se produjeron entre los que iban delante de él. Al final acabó subcampeón gracias a tener un segundo puestos acumulados a los largo de la temporada.