Los bomberos inspeccionan el estado en el que ha quedado el avión siniestrado esta madrugada en Brasil, con 186 personas a bordo. /AFP
no hay supervivientes

Al menos 200 muertos al estrellarse un avión en el aeropuerto de Sao Paulo

Un Airbús-320 de la aerolínea TAM, procedente de Porto Alegre, se sale de la pista al aterrizar y se incendia tras chocar contra un depósito de combustible

SAO PAULO/MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Otra tragedia aérea golpea de nuevo, esta vez en Brasil. Un avión de la aerolínea TAM se ha estrellado contra un depósito de combustible al salirse de la pista de aterrizaje del aeropuerto de Congonhas de Sao Paolo. A bordo del aparato viajaban un total de 186 personas y la cifra de muertos podría superar los 200, lo que supone el peor ccidente de la historia de la aviación en Brasil.

El presidente de la compañía aérea brasileña TAM, Marco Antonio Bologna, ha confirmado que no ha habido supervivientes en el accidente aéreo sufrido por un avión de su empresa, en el que iban 186 personas. Otras tres personas han fallecido en hospitales adonde fueron trasladadas heridas de gravedad al chocar el aparato contra un edificio y varias más están desaparecidas.

"Desafortunadamente, no hay señales de supervivientes", ha declarado Bolohna en una rueda de prensa en la que aclaró que el número de asientos disponibles en el avión, incluidos los de la tripulación, era de 185, pero el número total de ocupantes era de 186 ya que entre ellos había un bebé.



Recuperados 171 cadáveres

Además de los ocupantes del avión, otras 14 personas muerieron en un almacén de carga contra el que se estrelló la aeronave tras una fallida maniobra de aterrizaje en medio de la lluvia. Ya han sido recuperados 171 cuerpos en el lugar del accidente, y la compañía TAM ha informado de que seis de sus empleados en tierra han sido dados por desaparecidos. La labor de identificación de los cuerpos será ardua y penosa, a juzgar por el estado de los cuerpos, y necesitará recurrir a pruebas de ADN, ya que los cadáveres calcinados están irreconocibles.

En el lugar del accidente todavía se percibía hoy el humo y un olor penetrante, principalmente a plástico quemado. Los grupos de rescate trabajaban en medio de escombros, hierros retorcidos y calcinados. Entre los fallecidos ya confirmados figura el diputado Julio Redecker, miembro del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y líder de la minoría opositora en la cámara baja, quien viajó desde Porto Alegre a Sao Paulo para tomar otro vuelo con destino a Estados Unidos. Además, había un argentino y varios franceses, según fuentes oficiales.

Los hechos han ocurrido de esta manera: el avión, un Airbus-320 procedente de la ciudad de Porto Alegre, ha tenido problemas a la hora del aterrizaje debido a una pertinaz lluvia, se ha salido de la pista, ha atravesado una céntrica avenida y ha acabado estrellándose contra un edificio que servía de depósito a la misma TAM. El impacto ha provocado un brutal incendio, con llamas de unos 20 metros de altura y temperaturas superiores a los 700 grados, e incluso ha dejado al edificio al borde del desplome.

El Ministerio de Asuntos Exteriores y la compañía TAM han confirmado que no hay ningún ciudadano español entre los pasajeros (todos son de origen brasileño, salvo un ciudadano argentino). Una de las dos cajas negras ha sido localizada en "buen estado", pero, en una primera revisión, hecha por el Centro de Investigación y Prevención de Accidentes de Brasil, "no se han podido determinar las causas" del suceso. Por eso una empresa estadounidense especializada se encargará de elaborar el informe, que deberá estar entregado en el plazo de un mes.

Lula ordena investigar el accidente

Aunque habrá que esperar al informe final que esclarezca todo, son numerosas las voces que señalan las malas condiciones de la pista de aterrizaje como causa de esta tragedia y culpan por ello al Gobierno. Por eso el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha ordenado que se investigue en qué estado estaba la pista del aeropuerto de Congonhas para determinar si ha habido "alguna responsabilidad de algún organismo público" en el accidente.

La pista principal de Congonhas, que el año pasado un juez ya había mandado a cerrar en días lluviosos por falta de seguridad, fue sometida a una amplia reforma este año y las obras fueron entregadas hace dos semanas. Según han denunciado portavoces del sector aéreo, fue puesta en funciones nuevamente sin que le se hicieran unos trazados que facilitan el drenaje de agua y frenado de las aeronaves al aterrizar. De hecho, ayer mismo otro avión derrapaba en este mismo lugar al aterrizar, aunque tuvo mejor suerte.

Fuentes oficiales han dicho que la pretensión de Lula es determinar a la mayor brevedad si la pista, que estaba mojada por la lluvia, fue reabierta "en forma precipitada", cuestión que deberá investigar la Policía Federal.