Un momento de la detención de uno de los miembros de Segi. /EFE
condenados por el supremo

Ingresan en la cárcel los 18 detenidos de Segi, Jarrai y Haika en Bilbao

Continúa pendiente de ser arrestado Gorka Betolaza, el único de los 23 condenados que sigue en libertad

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Los dieciocho jóvenes detenidos esta mañana en Bilbao por su pertenencia a Segi, Jarrai y Haika, organizaciones declaradas terroristas por el Tribunal Supremo, han sido trasladados esta tarde a la cárcel de Basauri (Vizcaya).

Los detenidos hoy fueron trasladados a la prisión de Basauri, en Vizcaya, después de permanecer en dependencias policiales durante la tarde. Con la detención e ingreso en prisión de estos jóvenes, ya son veintidós los condenados por el alto tribunal que han sido arrestados.

En este momento, Gorka Betolaza Villagrasa es el único condenado que permanece en busca y captura, según confirmó el departamento vasco de Interior.

Estos jóvenes, entre los que se encuentran Olatz Dañobeitia, miembro de la comisión negociadora de Batasuna, estaban siendo buscados desde que se dio a conocer la sentencia del Tribunal Supremo por el que se consideraba a Jarrai, Haika y Segi como organizaciones terroristas y condenaba a un total de 23 personas a seis años de cárcel. Cuatro de ellos fueron detenidos en los días posteriores a conocerse la resolución y el resto permanecían huídos de la Justicia.

Líderes de Batasuna los arropaban

Junto con los condenados, en el Frontón de la Esperanza se encontraban varios centenares de jóvenes y dirigentes de Batasuna como Arnaldo Otegi, Jone Goirizelaia, Joseba Permach o Juan José Petrikorena. Previamente a la aparición de los 18 jóvenes, Jone Goirizelaia había denunciado la prohibición de las manifestaciones convocadas para hoy por el movimiento juvenil vasco. La primera de ellas fue prohibida por el juez Baltasar Garzón al considerar que estaba organizada por Segi.

Tras esa prohibición, un particular convocó ayer una nueva manifestación para hoy a las doce del mediodía en el Arenal, que fue prohibida por Interior al considerar que era una "mera susitución" de la anterior. Finalmente, fue desconvocada ayer por la tarde. En concreto, Goirizelaia denunció que las concentraciones prohibidas por el Departamento de Interior y el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón eran "el ejercicio de un derecho fundamental", impedido por la actuación de la Ertzaintza.

Respuesta a las concentraciones prohibidas

A pesar de la prohibición de las movilizaciones, varios centenares de jóvenes se encontraban esta mañana por el Casco Viejo y, en un momento determinado, todos ellos se dirigieron al Frontón de la Esperanza. En su interior, aparecieron todos los huidos, excepto Gorka Betolaza, que anunciaron su intención de permanecer en el Frontón hasta que llegara la Ertzainza para proceder a su detención. Los asistentes desplegaron una pancarta en euskera en la que se podía leer "Dale una oportunidad a la independencia. Juventud vasca adelante".

Uno de los condenados, Ibon Meñika, tomó la palabra y acusó al presidente del Goierno central, José Luis Rodríguez Zapatero, de "condenar" a la juventud vasca que apuesta "por la resolución del conflicto". Asimismo, tras pedir el apoyo de la sociedad a los jóvenes vascos aseguró que la organización y la lucha son necesarias para que se respeten "los derechos políticos que a este país le corresponden" y para que la solución al conflicto "llegue a buen puerto". Meñika hizo un llamamiento para que la ciudadanía participe en la manifestación convocada para el 10 de febrero por el movimiento juvenil vasco.

A la una y diez de la tarde accedieron efectivos de la Ertzaintza al interior del Frontón y los detenidos se colocaron en una esquina con la citada pancarta, mientras que los jovenes asistentes se sentaron en el suelo rodeándoles.

Finalmente, a las dos menos cinco de la tarde, la Policía Autónoma empezó a desalojar, uno a uno a los condenados, que fueron detenidos, sin oponer resistencia y entre los gritos de apoyo de los jóvenes que se encontraban en el lugar. Pasadas las dos y diez de la tarde, concluyó la detención de los 18 jóvenes y momentos después abandonaban el lugar los concentrados dentro del Frontón, así como los dirigentes de Batasuna que se encontraban en la zona.