El juicio en la Audiencia Nacional a Francisco Javier García Gaztelu, Txapote, y a otros dos etarras por la colocación de varios artefactos en una discoteca, en Guipúzcoa, ha quedado hoy visto para sentencia después de que los tres acusados hubieran de ser esposados por orden del presidente del tribunal, al protagonizar incidentes en la Sala y negarse a declarar.
El fiscal mantuvo su petición de 44 años de cárcel para Txapote y para Aitor Aguirrebarrena y Asier Arzalluz -ninguno de los cuales quiso declarar- por la colocación de varios artefactos explosivos en la discoteca Txitxarro en Deba (Guipúzcoa) en septiembre de 2000. Además de la pena de cárcel, el fiscal solicita que los acusados indemnicen con 961.462 euros al propietario de la discoteca y con 12.000 euros a cada uno de los empleados ilegalmente detenidos.
Al inicio de la vista, y ante la actitud de indiferencia por parte de los acusados, que no paraban de dialogar entre ellos, sin prestar atención a las preguntas del fiscal, el presidente del Tribunal, Alfonso Guevara, ordenó a los agentes de Policía que les esposaran y les mantuvieran en pie.