Parece ser que este año volveremos a deleitarnos en la gran la final con 16 grupos para esa conclusiva sesión. A muchos como a mí, nos gustaba más cortita esa función tan especial, sobre todo, por aquello del dinamismo y por sortear el sopor que aparecía a partir de cierta hora de la madrugada. Pero los tiempos cambian. Desde hace unos cuantos años, los grupos han subido muchísimo el nivel y hemos comprobado que ahora siempre quedan fuera de esta final dos o tres con la misma o más categoría inclusive que los que están en ella, solo es cuestión de apreciación de un jurado u otro. Con el aumento del número de grupos en la final a 16 no se arreglará el problema de quedar fuera agrupaciones punteras, pero servirá como paliativo y, sobre todo, abrirá un campo de esperanza para grupos que siempre se quedan a las puertas. Los tiempos avanzan en todos los sentidos y me parece acertado hoy en día ampliar ese número. La final perdería eficacia en cuanto a los tiempos y duración de la sesión, pero ganaría en otros muchos apartados. Hoy en día el que ingresa en la final ya está satisfecho porque al menos el tercer premio lo tiene asegurado, ahora de esta manera aún les quedará la incertidumbre de saber quién quedará en cuarto lugar y obligará a los grupos a presentar un repertorio más competitivo, que no el de exhibición como se hace ahora, consiguiendo así un mejor nivel en las letras de esa noche. Otro apartado que mejorará sería económicamente. Al haber más agrupaciones habrá un pase más en beneficio de los artesanos encargados de los atrezos, de los transportistas, de las maquilladoras, en definitiva, para todos aquellos que sacan un sueldo con nuestro carnaval y en esa noche tan larga.
Sé que muchos protestaran ante cualquier cambio que les estropee su cómoda y apoltronada situación actual. Algunos les sentarán fatal saber que tendrán que aguantar dos horas añadidas el veredicto del jurado e incluso que les pueda tocar actuar a eso de las seis de la madrugada, pero los tiempos cambian, el concurso se amolda cada año a las circunstancias y el que no lo acepte que no participe. Han salido muchas voces criticando al nuevo concejal por el tema de la participación ciudadana. Que si se ha saltado a la torera lo de pedir opinión al pueblo, que son las mismas asociaciones y colectivos de antes los que ahora siguen tomando las decisiones en el patronato. Quieren y exigen que todas las medidas y disposiciones se hagan con el consenso vecinal y asociativo de todo Cádiz.
Y ahora me pregunto. ¿Dónde estaban esas voces cuando en los plenos con Teófila esta democracia que piden ahora se garantizaba sacando adelante cualquier propuesta presentada con tan solo los votos a favor del PP? ¿Dónde estaban esas voces que ahora piden participación ciudadana para todo, si en aquellos plenos ni dejaban hablar al pueblo en muchas ocasiones?
¿Dónde estaban esas voces que no les importaba entonces que les preguntaran a ellos por temas tan tribales como el carnaval sin importar dejarlos en manos del equipo de Gobierno anterior?
Hay que ser honestos en esta vida y no caer en la demagogia barata, aún recuerdo cuando les decían a los del 15M que lo que tenían que hacer esos perros-flautas era formar un partido serio y presentarse a las elecciones, pues ahí están ¿cómo le ponemos al niño?