El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, destacó ayer, en un encuentro celebrado en Algeciras con los máximos representantes de las policías de Argelia, Francia, Italia, Marruecos, Mauritania, Portugal y Túnez, que España es «un ejemplo de cooperación policial eficaz» entre países, una herramienta que, en su opinión, es cada vez más necesaria para afrontar fenómenos como la inmigración ilegal, el terrorismo o el crimen organizado.
El objetivo de la reunión era fijar estrategias comunes para afrontar los principales retos a los que se enfrentan las fuerzas de seguridad, entre los que incluyen la ciberdelincuencia, el tráfico de seres humanos o armas, delitos económicos y el blanqueo de capitales.
El encuentro se celebró en Algeciras porque es un punto de «unión de continentes» y «una de las que puertas principales que tiene Europa de apertura a África», afirmó Cosidó. El director general de la Policía subrayó la importancia de la cooperación entre las diferentes policías para afrontar la crisis de la llegada masiva de refugiados de Oriente Medio a Europa.
«Estamos viendo unos flujos terribles, nuevamente no tenemos otra vía que no sea la cooperación», afirmó tras recordar que España sufrió «una crisis migratoria muy fuerte en los años 2006 y 2007» y «hoy tenemos la fortuna de tener una inmigración controlada».
Cosidó recalcó que en España «trabajamos todos los días por tener unas fronteras seguras», en las que hay «un control eficaz» que hay que mantener porque «la seguridad interior de los países depende en muy buena medida de la seguridad de sus fronteras». Por eso, subrayó que se trata de «hacer cumplir la legalidad» y «las normas europeas» de migración «con un escrupuloso respeto a los derechos humanos».
«Por parte de la Policía española ponemos especial énfasis en ese trato humanitario con los inmigrantes ilegales, que en muchas ocasiones son personas que tienen derecho a ser refugiados», indicó Cosidó, que insistió en que, en estos casos, la Policía debe actuar con «la máxima humanidad».