Contemplar unos cultos de Vera-Cruz es toda una lección plástica de catequesis y de historia. Y si eso ya es un logro habitual de la hermandad, este Año Jubilar de la cofradía será más extraordinario. Uno de los artífices de que esto sea posible es Javier Jiménez, miembro de la Comisión de del 450 aniversario y experto en liturgia.
- ¿Qué ha supuesto la concesión del Año Jubilar a Vera-Cruz desde la misma Santa Sede?
-Es un hecho muy importante. La gestión ha sido de la Penitenciaría Apostólica que es a quien corresponde la gestión de todas las indulgencias en la Iglesia. Para la hermandad supone un compromiso muy grande. Porque la Penitenciaría confía la gestión y administración del Año Jubilar. De esta forma, todos los peregrinos que lleguen a San Francisco para ganar el Jubileo, tiene que ser recibidos por la hermandad. De hecho, la cofradía tiene unas patentes que se pueden entregar a todos los peregrinos donde se les reconoce que han ganado el Jubileo.
- Entiendo que es un hecho del todo inusual en Cádiz con una Puerta Santa que recuerda a los Años Santos de Santiago, ¿no es así?
-En efecto, en la Iglesia hay establecidos unos Jubileos fijos, como son los años múltiplos de 25. Estos son jubileos universales, convocados en toda la Iglesia y directamente con el Papa. Luego hay Jubileos extraordinarios, como el que comienza el 8 de diciembre, convocado por el papa Francisco, el de la Misericordia. Luego, la Santa Sede puede conceder jubileos por motivos realmente significativos. Por ello, para que nos reconozcan el 450 aniversario, hemos tenido que realizar un proceso que se eleva al Obispado. Allí, presentamos una síntesis histórica y un programa de actividades de cultos y actividades culturales que el Obispado ha estudiado. Con esas informaciones, es el Obispado el que eleva la petición a Roma.
- La apertura de la Puerta Santa es el pistoletazo de salida a un año de actos, ¿qué actos resaltaría de todos los que se van a celebrar?
-Comenzamos con la apertura de la Puerta Santa y ahora, hasta el 4 de octubre de 2016, se abre un periodo en el que la capilla del Cristo de la Vera-Cruz se convierte en centro de peregrinación. Vamos a recibir a hermandades, asociaciones, personas que quieran conseguir el Jubileo. Hay convocada también una oración al estilo de Taizé que está prevista para el mes de enero. El Quinario de Cuaresma va a tener un carácter significativo y la Función Principal va a tener un realce. Como punto central están los cultos extraordinarios de celebración de los 450 años que serán en agosto. El día 6 de agosto terminarán con una Misa Solemne y, por la tarde, una procesión de alabanzas.
- ¿Cómo están viviendo en el seno de la hermandad todos estos actos que se vienen? ¿Muchos nervios e ilusión?
-Claro que sí, precisamente estos días preparando toda la liturgia y la ceremonia de la apertura del Año Santo estábamos con los nervios a flor de piel. Es una responsabilidad enorme la que ha adquirido la hermandad a la hora de hacerse cargo de un Año Jubilar concedido por el Papa. Ahora, ese compromiso tenemos que extenderlo a lo largo de algo más de un año.