Hay señales, signos, indicios de recuperación pero lo cierto es que la crisis sigue haciendo mella en Cádiz. Una provincia azotada por el desempleo y que además cuenta con un sector industrial limitado. A todo lo anterior hay que sumar que sus pulmones económicos siguen renqueantes tras varapalos como el cierre de Delphi o como el temor de falta de carga de trabajo en Navantia.
Y la afección se recrudece si se tienen en cuenta los datos. Desde que comenzara la crisis, allá por el año 2007, Cádiz ha perdido más de 10.000 empresas. Negocios que no han podido soportar la dura bajada de ventas, la necesidad de recortes, el retraso de pago de administraciones y por lo tanto no han tenido más remedio que echar la baraja y poner el candado.
Un golpe bajo para un territorio que siempre se pinta de negro cada vez que se dibuja el mapa de desempleados en España. Emprender sigue siendo una actividad de alto riesgo en Cádiz y todo ello cuando paradójicamente se presenta como una de las pocas posibilidades de tener un empleo. Ahora la situación se ha suavizado, pero desde la Confederación de Empresarios de Cádiz se avisa que aún queda camino por recorrer para salir del bache.
«Ahora se ven signos de esperanza y recuperación, pero tienen que llegar a lo micro esas mejoras que se ven en la macroeconomía. La situación de estos años atrás ha sido muy difícil para cientos de empresarios que, en muchos casos, han visto como desaparecía su patrimonio», expuso el presidente de la entidad, Javier Sánchez Rojas.
El colectivo es consciente de que el gran reto al que se enfrenta Cádiz es la generación de empleo, pero es algo que no se puede llevar a cabo sin el nacimiento y crecimiento de las empresas.
Es por ello que Javier Sánchez afirmó que el gran plan de empleo que la provincia demanda «no puede centrarse en las administraciones, sino que debe poner en el centro a las empresas, y trabajar en una doble palanca: nuevas iniciativas empresariales y, por otro lado, fomentar el crecimiento de las 46.500 empresas de la provincia, porque el 82% tiene solo uno o dos trabajadores».
Y es que la mayoría son empresas auxiliares que realizan diferentes servicios a las grandes industrias que están asentadas en la provincia. De manera que en cuanto su actividad cae o peligra, como ha ocurrido en los últimos años, son este tipo de negocios los primeros que sufren las consecuencias, al recortarse los servicios.
Otro problema reside en el retraso de los pagos, especialmente de las administraciones, algunas con un tiempo medio de pago superior a los seis meses. Algo insostenible para las pequeñas y medianas empresas (pymes) que son precisamente la base de la economía local.
Pero no todo es pesimismo ya que se considera que la provincia tiene un gran potencial y posibilidades para crecer. Algo que se pondrá de manifiesto en la Noche de la Empresa, un evento que tendrá lugar el próximo día 18 de septiembre en el recinto histórico de la factoría de Navantia en Puerto Real. Allí se entregarán diferentes reconocimientos, pero todo se pondrá en valor la capacidad empresarial de Cádiz que comienza un nuevo curso con la intención de crecer.
El doble de lo perdido
Pero no será sencillo. «Para que nuestra provincia salga del furgón de cola en indicadores como el paro o la renta media por habitante necesitamos recuperar más del doble de la cantidad de empresas perdidas en la crisis». Es decir, que tal y como advierte el presidente de la CEC, el crecimiento industrial de Cádiz debe estar sustentado por la generación de nuevas empresas, en concreto de más de 20.000.
El punto positivo es que hay ingenio e ideas para desarrollar ideas que funcionen dentro del mercado, el problema reside en la capacidad económica para sacarlas adelante. Aquí es donde juega un papel fundamental las administraciones y las entidades bancarias, que deben abrir el crédito para la generación de nuevos emprendedores.
Camino lleno de baches el que aún se debe recorrer, pero por el momento no hay otra alternativa que enfrentar esta situación mientras se espera que los vientos cambien. Y las velas se despliegan de cara al sector turístico que ha vuelto a crecer en una provincia que tiene una gran variedad de alternativas como muestra su inmersión dentro del ámbito de los cruceros, su oferta de Sol y playa, su cultura e historia, así como las posibilidades de escapadas rurales y senderismo.
