Se trata de uno de los arquitectos españoles más conocidos en buena medida por el fascinante cuadro de Goya de 1820 que ahora puede contemplarse en el Metropolitan Museum de Nueva York. Es un retrato atípico para su época pues el arquitecto posa informalmente en mangas de camisa, aspecto desenfadado, brazos cruzados con gafas en la mano, desaliñada melena ensortijada, sonrisa divertida y mirada inteligente. Es una de las piezas más interesantes de Goya por su espontaneidad, en la cual destaca la pincelada vigorosa, sobre todo en el recorrido del blanco de la camisa. La obra revela por una parte la familiaridad entre ambos artistas, y por otra el propio carácter del arquitecto, personaje novelesco, liberal apasionado y defensor de causas perdidas. Nació en Oviedo en 1785 y murió a los cincuenta y cuatro años en circunstancias trágicas. Su tío Juan Antonio Cuervo había sido discípulo de Ventura Rodríguez. Pasó por uno de los momentos claves de la historia de España: la Francesada mal llamada Guerra de la Independencia cuyo desenlace, con la victoria de Fernando VII, el peor de nuestros reyes, mediante el apoyo de la Iglesia, la nobleza rural y el ejército inglés, termina a horca y cuchillo con la España Ilustrada y abre una etapa convulsa pautada por una sucesión de guerras civiles que acaba por hundir al Reino en el tercer mundo. Tiburcio Pérez Cuervo fue un afrancesado, depurado y cesado en su empleo, se vincula a la francmasoneria y arriesga su vida combatiendo a Fernando VII.
Su obra más destacada fue el Real Colegio de Cirugía de San Carlos en Madrid, actual Colegio de Médicos, que contiene uno de los anfiteatros anatómicos más interesantes de Europa. Este edificio conserva hoy también el aula Ramón y Cajal donde impartió clase nuestro Nobel de medicina, así como una sala de conferencias instalada en un antiguo aljibe, la biblioteca y un hermoso jardín. Pérez Cuervo es el referente moderno del arquitecto cuya practica profesional se vincula al compromiso social como sus herederos del Movimiento Moderno español cien años más tarde, entre ellos los componentes del GATEPAC (Grupo de Artistas y Técnicos Españoles para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea) fundado en Zaragoza durante la etapa republicana. Dos de sus miembros, Josep Luis Sert, y Josep Torres i Clavé participaron en el IV Congreso Internacional de Arquitectura Moderna liderado por Le Corbusier que se había convocado en Moscú para 1933, pero la actitud de Stalin que persigue a la vanguardia soviética obliga a celebrarlo a bordo del buque Patris navegando entre Marsella y Atenas.
La biografía de Josep Torres i Clavé se asemeja a la de Tiburcio Pérez Cuervo. Nacido en Barcelona en 1906, sobrino del arquitecto neoclásico Jaume Torres Grau, desarrolla una importante labor en la difusión del Movimiento Moderno a través de la revista 'A.C. Documentos de Actividad Contemporánea'. Proyecta y construye junto a Sert: el Dispensario Antituberculoso de Barcelona, la Ciudad de Veraneo en Castelldefels y la Casa Bloc, edificio de viviendas para trabajadores. Fue director de la Escuela de Arquitectura de Barcelona durante la guerra, fundador del Sindicato de Arquitectos y militante activo del Partit Socialista Unificat de Catalunya. Teniente del ejército republicano, resultó abatido por la aviación italiana mientras planteaba la disposición de trincheras en el frente de Lleida en enero de 1939. Como homenaje a tan brillante profesional el Colegio de Arquitectos de Cádiz concede cada dos años el Premio para arquitectos jóvenes que lleva su nombre.