Es su primer año al frente de la coordinación, pero se conoce el paño que trabaja. Sabe lo que es el cansancio extremo, tanto del atendido como del que atiende. También conoce lo que es intentar ser auxilio sanitario y social del que viene extenuado, deseando llegar a su ciudad de origen, pero que tiene que afrontar colas y esperas imprevistas a pleno sol. Este año, Israel Poveda controlará tantas piezas de ese puzzle como coordinador del dispositivo que establece Cruz Roja en la Operación Paso del Estrecho. Un despliegue en el que colaboran con las fuerzas de seguridad del Estado para conseguir que el éxodo de miles de personas desde Europa a Marruecos sea un éxito. Ayer Poveda dejó atrás el fin de semana más duro de la OPE desde que arrancó. Unos días que han acabado sin incidentes y que el chiclanero aborda con un equipo de voluntarios venidos de toda España.
-Es su segundo año en la operación, ¿cómo se vive esta importante responsabilidad?
-Como responsable del dispositivo es el primero, anteriormente estuve de adjunto a la coordinación. Este año lo asumo con mucha responsabilidad ya que es un dispositivo muy importante; y con muchas ganas, ya que nos encontramos con la posibilidad de trabajar codo a codo con voluntarios de toda la geografía española.
- Desde el punto de vista de la coordinación y el tamaño de la operación, ¿qué peso tiene la OPE en las operaciones en las que participa la Cruz Roja a nivel nacional?
-Sin lugar a duda tiene un peso importante. Es debido a la gestión del voluntariado que conlleva, la población objeto a la que se realiza la cobertura preventiva y la duración del dispositivo en el tiempo.
- ¿En qué circunstancias suelen llegar las personas que van a pasar el Estrecho desde Algeciras?
-Desde el punto de vista sanitario generalmente llegan bien, las patologías más comunes son propias de la exposición continua al sol, por el ayuno prolongado o falta de hidratación, ya que aunque cada vez más planifican los viajes y respetan los tiempos de descanso, a veces nos sorprendemos con casos en los que el viajero no realiza parada alguna, con el desgaste físico y psicológico que ello conlleva. Hablamos de viajes desde países de Europa Central.
- Entiendo que psicológicamente para trabajadores y voluntarios es un trabajo especialmente duro por los momentos de estrés, ¿no es así?
-La Operación Paso del Estrecho es un dispositivo con mucha trayectoria en Cruz Roja Española. El personal viene muy concienciado con lo que se va a encontrar, ya que la gran mayoría conoce las peculiaridades del dispositivo por el boca a boca de sus compañeros. Además, la institución, en su planificación modular de formación para la intervención en emergencias, hace hincapié en las acciones formativas de apoyo psicológico, situaciones de estrés... Por lo que podemos decir que el voluntariado está preparado para canalizar las emociones vividas en el dispositivo.
- La OPE ha mejorado mucho en su coordinación, sin embargo se siguen viviendo picos de aglomeraciones, ¿cree que aún queda por mejorar la organización?
-Se ha llegado a unos niveles de planificación muy buenos. Así, se controla el paso de vehículos por puestos fronterizos y carreteras principales, se da información en tiempo real a través de los paneles de información de la DGT, se habilitan zonas de espera en los recintos portuarios y en sus alrededores, se refuerzan las rotaciones entre los puertos de ambas orillas... No obstante, los picos se producen debido al gran número de pasajeros que atraviesan el país en un periodo de tiempo tan reducido.