La discusión de patio de colegio que mantuvieron ayer Gobierno y el principal partido de la oposición del Ayuntamiento de Cádiz volvió a evidenciar lo que ya se sabía: la falta de predisposición al diálogo y de llegar a acuerdos por ambas partes. Por más que el alcalde se empeñe en transmitir una imagen de pluralidad, es obvio que ni Podemos ni Partido Popular van a alcanzar consenso alguno. De hecho, como quedó claro en el Pleno de organización, los populares se quedan solos en esa labor de oposición, toda vez que el PSOE está accediendo a todas las propuestas realizadas hasta el momento por parte de Podemos, que en la práctica está siendo tan aliado del alcalde como Ganemos.
Si José María González e Ignacio Romaní ni tan siquiera son capaces de ponerse de acuerdo en un simple reparto de despachos para desarrollar su labor, cuesta creer que vayan a hacerlo en asuntos de verdadero calado para la ciudad. Y precisamente lo que la ciudad necesita, sin un minuto más de demora, es que empiecen a debatirse los temas importantes.
Eso es lo que realmente reclama la ciudadanía. Más allá de barbacoas, de nombres para el estadio de fútbol o de propaganda municipal, Cádiz necesita planes de futuro que sirvan para desarrollar el turismo, la industria, el empleo en definitiva.
Sin embargo, hasta la fecha -y ya hace prácticamente un mes y medio que el alcalde fue investido como tal- todo han sido fuegos de artificio. Convocar una Junta de portavoces para debatir en exclusiva dónde se va a ubicar cada partido dentro del Ayuntamiento roza el insulto a los gaditanos. El alcalde, en su afán de mostrar transparencia públicamente, se pierde en banalidades. Aquello que proclamó durante la campaña de las paredes de cristal no deja de ser un eufemismo, más si cuando lo considera oportuno sí cierra las puertas para negociar, como hizo con el PSOE para el acuerdo de investidura.
Es hora de gobernar, de plantear propuestas serias, de debatir temas que de verdad redunden en el interés de los ciudadanos. Sus cuitas internas ya deberían estar resueltas.