Es periodista, sabe lo que es la imagen que se proyecta, los estigmas sociales y la necesidad de desmontar clichés. Pero también tiene psoriasis y conoce bien lo difícil que es hacer comprender que su enfermedad no se contagia. Que no es necesario que en el autobús se aparten y que es duro sufrir el rechazo por padecer una patología en la piel. Por eso, Antonio Manfredi, periodista y delegado en Andalucía de Acción Psoriasis (www.accionpsoriasis.org) y la entidad celebraron el pasado fin de semana una exitosa iniciativa en la playa de La Victoria que consiguió visibilizar la enfermedad bajo el lema 'Psoriasis, ¡y qué!'
-¿Qué valoración hace de la actividad desarrollada en la playa de La Victoria del pasado fin de semana?
-Sabíamos que Cádiz nos iba a acoger con cariño y así ha sido. No paramos desde el momento que comenzamos. Fue muy grato escuchar los testimonios de la gente porque la psoriasis no es una enfermedad rara. La sufre el 3% de la población y vimos a gente que la padecía o que tenía personas en su entorno. Qué mejor sitio que en la playa para decirle al enfermo de psoriasis que tiene que salir, tomar el sol y que, no por padecerla, se acaba tu vida. Al ser una enfermedad de la piel y al ser la piel nuestra tarjeta de presentación, hay personas que sufren rechazo y problemas de autoestima. De ahí que la campaña se llame 'Psoriasis, ¡y qué!', como quitándole la importancia social.
- Estamos hablando de los problemas psicológicos que produce la enfermedad pero, ¿hasta qué punto afecta al paciente?
-Depende de la edad y muchos otros parámetros. Póngase en el caso de un adolescente en una sociedad claramente marcada por la estética y que empiezan a cubrirse sus piernas, brazos, cara de manchas muy llamativas. Lógicamente, el mundo se te abre bajo tus pies. De ahí que no solo tengamos que hablar del trabajo del dermatólogo que es prioritario, sino también un trabajo de psicología y del entorno. Hay un mensaje claro que dirigimos a familiares y amigos: nunca, jamás en la vida la psoriasis es contagiosa. El problema es una enfermedad que llevas en la piel y es muy duro cuando vas en el autobús y ves cómo alguien se corre un asiento para no sentarse al lado tuya o cuando en un aeropuerto alguien te mira.
- ¿Diría que la sanidad pública cubre adecuadamente todas las necesidades del paciente con psoriasis?
-Como todo, también depende. Desde el punto de vista del dermatólogo, sí. El sistema de sanidad pública andaluza tiene un arsenal de medicamentos para devolver la calidad de vida al paciente, no de curar. Quien diga que la psoriasis tiene curación, miente. Me atrevo a decir, además, que en los próximos 20 años veremos importantes avances. Se trata de una enfermedad de carácter inmunológico. Afortunadamente, en este bloque de enfermedades hay un gran avance. Tenga en cuenta que hay gente que piensa también que es una enfermedad meramente estético. Cuando no es así, la Organización Mundial de la Salud la consideró en mayo de 2014 que es una enfermedad grave. Y es que también produce artritis y problemas cardiovasculares. Hay gente que no relaciona su psoriasis con estas otras patologías.
- Por tanto, se exige un trabajo coordinado en el tratamiento del enfermo, ¿no es así?
-Exacto. Aunque prioritariamente es el dermatólogo, intervienen otros especialistas. Por ejemplo, en mi caso que tengo artritis psoriásica, me lleva el reumatólogo porque mis problemas de artritis son mayores. Estamos hablando de pacientes a los que les atienden reumatólogos, dermatólogos, ATS, medicina primaria. Todo un arco de actuaciones que, por suerte, actualmente en la sanidad de Andalucía podemos decir que responde y es buena. Por lo menos, nuestro trabajo desde la asociación es decirle al paciente que vaya a la consulta del médico porque hay muchas opciones médicas nuevas que desconoce.
- ¿Y el futuro y las investigaciones en torno a la enfermedad?
-Yo tengo 56 años y psoriasis desde hace 50 y puedo decirte que hay un antes y un después en los tratamientos biológicos. Son muy buenos, caros pero eficaces. Insisto, no son de curación, sino de mejora del 90%. Estos tratamientos siguen evolucionando porque se están abaratando y nuevos tratamientos personalizados, dando lo que necesita cada paciente. Cada vez más, vamos a conocer la capacidad celular y los fallos del sistema inmunológico. En una reunión con pacientes, les decía a los padres de una niña de seis años afectada que cuando sea adulta la psoriasis será un mal sueño. La medicina avanza de una forma espectacular.