El Ayuntamiento de Cádiz sigue gestionando a salto de mata. El anuncio que hizo el pasado viernes su concejal de Participación Ciudadana, Adrián Martínez, de abrir toda la playa a las barbacoas del Trofeo Carranza fue matizado ayer por el edil de Medio Ambiente, Manuel González, y el concejal de Economía, David Navarro. Ambos rectificaron las palabras de Martínez y presentaron la propuesta oficial para ampliar ahora solo 200 metros lineales, es decir, un módulo más. Se da la circunstancia de que el anuncio se hace nuevamente sin contar con la Demarcación de Costas, que es quien debe autorizar o no esta medida. De hecho, la Demarcación aún no ha tenido conocimiento oficial de la propuesta municipal. La actuación del equipo de gobierno en este asunto denota inexperiencia y, sobre todo, falta de conocimiento de los cauces administrativos. Cómo se puede anunciar algo que ni siquiera está confirmado. Lo más llamativo de la iniciativa municipal es la justificación que da el Ayuntamiento a al ampliación del espacio para las barbacoas. Según el concejal e Medio Ambiente, la decisión es fruto del «sentir popular» y de la «seguridad». No hay ningún estudio ni tampoco una encuesta que avale la necesidad que sienten los gaditanos por ampliar el suelo de las barbacoas, sin embargo, sí hay una advertencia en relación a la seguridad. La reunión que celebró ayer la Junta Local de Seguridad, donde están representadas las Fuerzas de Seguridad del Estado, concluyó que la ampliación propuesta es también, como lo era liberar toda la playa para las barbacoas, una «irresponsabilidad». El anuncio de ampliación puede provocar de nuevo un efecto llamada y convertir la fiesta en un macrobotellón. El Ayuntamiento debe medir sus palabras antes de lanzarse a la piscina.