El subdelegado del Gobierno en Cádiz, Javier de Torre, anunció ayer que un total 17 empresas gaditanas han presentado ante la Dirección General de Industria proyectos por valor de 33 millones de euros para acogerse a las ayudas a la Reindustrialización.
En una rueda de prensa, De Torre explicó que esos 17 proyectos están presentados con la documentación correcta y, por tanto, cuentan con «todos los beneplácitos para ser analizados y proceder o no a su aprobación».
Así, recordó que 2014 se presentaron diez proyectos para acogerse a estas ayudas, con lo que el incremento a 17 supone «una activación de las empresas» respecto a los fondos Reindus. Se refirió también a que estas ayudas del Ministerio de Industria superan los 61,7 millones de euros en la Bahía de Cádiz y los 26,2 en el Campo de Gibraltar.
El mayor problema que ya ha sido puesto de manifiesto por los agentes sociales es el elevado aval que exige esta línea de subvención para poder acceder a ella.
No obstante, incidió en subdelegado en que en 2014 se presentaron diez peticiones por valor de 12,6 millones de euros, mientras que las peticiones se elevan a 17 este año y la cuantía solicitada a 33 millones de euros. Así, detalló que un proyecto presentado corresponde al Campo de Gibraltar, 15 a la Bahía de Cádiz y uno más al resto de la provincia.
Finalmente, saludó que haya una «mayor y mejor voluntad» por parte de los empresarios a utilizar estos fondos y asegura que las solicitudes serán analizadas «con el detenimiento, las garantías y la transparencia necesarias».
De esta manera y sin hacer alusión a las duras críticas del diputado nacional por Cádiz Salvador de la Encina, quiso salir al paso de esas mismas denuncia. El parlamentario socialistas acusó al Gobierno del PP de dejar de invertir ayudas a la reindustrialización en la provincia, unos fondos que sí estarían llegando a otras zonas como Madrid o Barcelona. El diputado se basó en el descenso de proyectos aprobados en estos últimos años a pesar de los generosos fondos que se reservan para este programa. Y ese dinero que no se gasta se destinan a partidas genéricas que sirven para financiar otros.