El alcalde de Cádiz, José María González, se ha perdido de nuevo en un laberinto administrativo del que no sabe cómo salir y es necesario que encuentre la puerta de salida cuánto antes. Lo pierden las formas y trata de convencer sin argumentos de peso. El regidor ha convocado otra vez un pleno de organización para arrancar de una vez por todas la maquinaria municipal, sin embargo, todo apunta a que será una reunión estéril. Solo el apoyo del PSOE puede desatrancar el entuerto, pero el portavoz socialista, Fran González, prefiere mantener su estrategia en secreto y seguir tirando del hilo de la cometa hasta el infinito y más allá.
Mañana asistiremos a una nueva sesión por entregas donde el alcalde de la ciudad irá al examen sin los deberes hechos. José María González olvida que gobierna en minoría y está condenado, le guste o no, a pactar en los despachos cualquier movimiento de futuro. De nuevo se vuelve a debatir la distribución de las competencias municipales, los sueldos de los concejales, las liberaciones y el reparto de la representación en las empresas municipales. Pero de nuevo el regidor vuelve a tropezar con la misma piedra. Es incapaz de alcanzar un acuerdo, por pequeño que éste sea, con el principal grupo de la oposición: el PP.
Mientras tanto, la ciudad sufre las consecuencias de esta inacción. La gota que ha colmado el vaso ha sido la citación al Pleno del concejal del PP José Blas Fernández, que no ha recibido la convocatoria en el sitio indicado. Este pequeño error se ha convertido en una batalla que ha destapado la inquina que se tienen ambas formaciones políticas y ha sacado a relucir alguna de las artimañas que utiliza el alcalde para exportar su populismo. De esta forma, el PP le recuerda que ha incrementado la asignación de los ediles de la oposición sin previo aviso pero, al mismo tiempo, los populares aluden a los 60.000 euros que cobrará como diputado-portavoz en la Diputación. González anunció en su investidura que cobrará de la Administración 1.880 euros, su sueldo de maestro, pero quién controlará la distribución de esa asignación que le llegará de Diputación a su cuenta corriente.
