Nuevos tiempos para las bodegas de Jerez. Aunque no sea nueva su producción de bebidas espirituosas, sí lo es su decidida apuesta por esta vía de negocio, materializada en el lanzamiento de nuevos productos. José Ramón Estévez, presidente del Grupo Estévez, lo sabe bien. Su empresa se encarga desde 1998 de producir más de 50 marcas de alcoholes para Mercadona. De ahí, que el presidente conozca a la perfección la situación de las bodegas del Marco.
-¿Cómo valora la adaptación del sector?
-De forma muy positiva. El vino de Jerez ha sido, históricamente, una industria con gran capacidad para adaptarse a los cambios de tendencia y exigencias del mercado. Desde la crianza de una gran variedad de vinos que satisfacen los diferentes gustos, a la crianza de brandies, licores, ponche.Esta diversificación nos permite seguir invirtiendo en calidad: I+D+i, instalaciones, recursos humanos.Algo de lo que se beneficia toda la producción.
- ¿Diría que el futuro de las bodegas jerezanas pasa por esa exploración de nuevas vías?
-El futuro pasa por cambiar la tendencia y hacer las cosas de forma diferente. Creo que lo primero es poner en el centro de los procesos la calidad. Hay que partir de la materia prima, de la tierra, de la uva, tenemos la obligación de conseguir una cadena agroalimentaria sostenible, en la que todos los entes implicados, ganen, inviertan y mejoren la calidad y los procesos. Esto nos llevará a posicionarnos en el mercado como un producto de calidad. Un cambio de filosofía, sumado a la innovación, diversificación y correcta promoción de nuestros productos.
- ¿En qué situación diría que se encuentra el sector en la provincia?
-En un momento histórico, creo que la crisis del Jerez ha tocado fondo, que la uva calificada alcanzará pronto las 100 pesetas, ¡Aquí todavía hablamos en pesetas cuando nos referimos al precio de la uva! Pero tenemos que cambiar la imagen e invertir los recursos correctamente, posicionándonos con un modelo de negocio basado en la calidad, la imagen y la rentabilidad. Esto supondrá defender la Denominación de Origen y luchar seriamente contra los abusos y apropiaciones de nuestra imagen que hasta hoy hemos permitido, por lo que las Instituciones y las Administraciones tendrán que tomar cartas en estos asuntos que tantísimo daño hacen al sector. Yo apuesto por una Denominación de Origen calificada es decir que todas las materias primas que usamos: alcoholes o mostos concentrados sean todas de uva palomino. Esto supondrá un valor diferenciador para el sector bodeguero o comercializador, generaría muchos empleos y aumentaríamos las ventas. Sería bueno para todos.
- ¿Cree que el turismo enológico puede ser otra posible vía de diversificación económica para las bodegas?
-La apuesta por el enoturismo es ya un éxito en otras regiones vitivinícolas del mundo y es algo que sin duda puede ayudar al sector. Es una experiencia que ayuda a conocer en primera persona gran parte de la cultura de los vinos, algo fundamental en nuestro caso. Desde nuestra empresa estamos desarrollando un programa de enoturismo con visitas y actividades en la viña. Hemos rehabilitado por completo una casa de viña, Viña Bristol, y la hemos adaptado para que los visitantes puedan tener una experiencia plena con nuestros viñedos. Desde pasear, pisar y tocar nuestra Albariza y sus viñedos, hasta labores como el aserpiado, la poda o el injerto.
- La calidad de los vinos del Marco de Jerez es suficientemente conocida, no ocurre así con los otros tipos de alcoholes ¿qué tiene que decir para desmitificar esa leyenda en torno a ellos?
-En muchos casos, se corre el riesgo de asociar un producto de precio ajustado a un producto de baja calidad, pero no es así. Nuestros productos ganan a todas las marcas de reconocido prestigio cada vez que realizamos una cata a ciegas, y esto hace que esta leyenda se vaya desmitificando poco a poco.
- En los últimos tiempos se habla de una mejoría general como consecuencia de la salida de la crisis, ¿se nota realmente en sus bodegas?
-Ha sido una crisis dura, en la que la demanda de los productos alcohólicos se ha visto afectada al igual que en el resto de sectores. El vino y los alcoholes forman parte de nuestra cultura, pero no son productos de primera necesidad. Sin embargo, toda crisis supone un aprendizaje y una gran oportunidad. Para nosotros han sido años de reinvención, de análisis, de mejora de los procesos, de reducción de costes superfluos, de innovación y de reinventarnos cada día.
Actualmente, y tras años de desequilibrio entre la oferta y la demanda, se ha llegado a una estabilización y un incipiente interés por los vinos del Marco de Jerez. Tenemos una gran oportunidad para dar un cambio a la tendencia. Es el momento de posicionar nuestros productos como productos de calidad y para ello es necesario invertir los recursos necesarios en marketing y promoción. Todo pasa por empezar a hacer las cosas bien desde el origen, desde la tierra y terminar con un producto único, genuino y rentable.