Por fin se desveló la incógnita que preocupaba a los gaditanos desde que se repartieron las Concejalías del nuevo Ayuntamiento. Ya sabemos para que servirá la 'Concejalía de Memoria Democrática', en la que estará al frente Martín Vila, concejal de Ganar Cádiz. Ésta tendrá como misión el cambiarle los nombres a las calles, plazas y edificios que huelan a época franquista. Será una concejalía que se encargará de poner en funcionamiento la Ley de Memoria Histórica que se aprobara durante el mandato del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, y que tanta polémica y enfrentamientos ha ocasionado en numerosas ocasiones. Y es que como si esta ciudad no tuviera problemas más importantes a los que enfrentarse desde el Consistorio, éste ha empezado por querer cambiar el nomenclátor de nuestra ciudad.
Al primero que le ha tocado ha sido a nuestro estadio. Ese estadio que tantos momentos de gloria le ha dado a la ciudad, y también de penas por qué no decirlo, y que siempre ha estado bajo el nombre de Ramón de Carranza, será la primera víctima propiciatoria de la política populista de algunos. Porque es lógico presuponer que como va a llevar el estadio de esta ciudad, que es punta de lanza del cambio social actual, el nombre de un alcalde del franquismo. Eso sería inconcebible en una sociedad gaditana en la que en la actualidad los problemas sociales, como pueden ser el paro, el cierre de comercios, los desahucios o, simplemente, la inmigración de nuestros jóvenes, quedan en un segundo plano ante la necesidad imperiosa de nuestros gobernantes de cambiar el nombre de las calles, los cuales están arraigados en lo más profundo del subconsciente del gaditano.
Y es que, no será de extrañar que por mucho que le cambien el nombre al estadio Ramón de Carranza por otro más democrático, el gaditano de a pie seguirá refiriéndose a su estadio como el Carranza. Y si no, que se lo pregunten a la plaza de Asdrúbal que sigue siendo la 'plaza de toros' o al Hospital Puerta del Mar, que sigue siendo el viejo Zamacola.
Eso sí, todo esto costara una buena suma de dinero. Piensen que habrá que rotular de nuevo las calles, lo que conlleva el encargo de nuevas placas y la colocación de éstas. Por lo que sería interesante saber el presupuesto económico de dicha partida, y traducirlo en comidas para menores, meses de alquileres pagados y recibos de luz y agua que se podrían pagar como es la moda en el ayuntamiento últimamente, ya que por lo visto esta es la nueva tabla de equivalencia que le interesa a nuestro alcalde y a su equipo de gobierno.
Al final todo, quedará en un brindis al sol de los que le gusta tanto a estos políticos de nuevo cuño, que gobiernan a base de golpes populistas. Esperemos que cuando terminen el mandato, éstos de la memoria histórica no aleguen trastorno mental transitorio para no explicarle a los gaditanos, tanto a los que les confiaron sus votos como a los que no se los dieron, porqué no han conseguido poner en marcha las propuesta con las que se les llenaban la boca durante la campaña electoral.
Por cierto, ya que va a convocar a la comisión del nomenclátor, aprovechen la ocasión y pónganle ya una calle o plaza a Teófila Martínez, quien es para mí la mejor alcaldesa que ha tenido Cádiz en toda su historia democrática.